El tapón migratorio en la ciudad de Tapachula ha desaparecido y cada mes cruzan la ciudad entre 15 mil a 20 mil migrantes, sin ser detenidos por las autoridades federales, de acuerdo con cifras del Centro de Dignificación Humana A.C.

Luis García Villagrán, coordinador de dicho organismo señala que la desesperación de seguir su camino ha impulsado a miles de personas a caminar por los municipios de la Costa de Chiapas y alcanzar el vecino estado de Oaxaca.

Mencionó que las autoridades federales han movido el tapón migratorio hasta el estado de Oaxaca, ya que en ese punto no hay mucha presencia de medios de comunicación y activistas, lo que invisibiliza la migración de miles de personas.

“Tapachula sigue siendo el punto cero de la migración por la llegada de miles de migrantes, pero ya no se están quedando y ahora están pasando de largo sin detenerse en esta ciudad como ocurría en años anteriores”, expresó.

Añadió que incluso el número de caravanas que salían de Tapachula ha disminuido, ya que ahora no se concentran los migrantes en los parques, las calles o banquetas del centro y terminales de autobuses de la ciudad.

Precisó que tienen vía libre, siempre y cuando no se suban al transporte público, porque son bajados por los elementos del INM, y sigan caminando por la carretera Costera a pesar de los riesgos que representa.

Señaló que hombres, mujeres, niñas y niños de diversas nacionalidades emprenden esta ardua travesía, enfrentándose a una serie de peligros, desafíos e incluso a la delincuencia organizada que ya los ha amenazado para que dejen de caminar.

Detalló que la mayoría de estos migrantes proviene de países centroamericanos, como Honduras, Guatemala y El Salvador, donde la pobreza, la violencia y la falta de oportunidades económicas los empuja a buscar una vida mejor en el norte.

“Las altas temperaturas y la exposición prolongada al sol son un peligro para los migrantes, ya que cambian deshidratados, insolación y otros con problemas de salud por infecciones respiratorias o estomacales”, abundó el activista que tiene años defendiendo a los migrantes.

Puntualizó que los migrantes que caminan en grupos pequeños a familiares y lo hacen sin apoyo de las autoridades a pesar de la violencia que se vive, las amenaza que han sufrido y las dificultades de salud por caminar bajo fuertes temperaturas.

Es inhumano hacerlos caminar

La Iglesia Católica ha señalado como inhumano hacer caminar muchos kilómetros a los migrantes y cansarlos para que desistan de llegar a la frontera norte de México con los Estados Unidos en busca de una mejor calidad de vida.

Al respecto, Heyman Vázquez Medina, párroco de la iglesia San Andrés Apóstol, del municipio fronterizo de Suchiate, señaló de sádico al gobierno federal, porque disfruta del sufrimiento de los migrantes al hacerlos caminar bajo las fuertes temperaturas de la costa de Chiapas.

“No debemos acostumbrarnos a ver sufrir a la gente o presenciar un éxodo constante por las carreteras costeras de Chiapas, caminando en pequeños grupos. Además, si alguien les da un aventón, llega la autoridad a quitarlos para hacerlos caminar”, expresó.

Añadió que no entiende la política migratoria del gobierno federal, que detiene a los migrantes cuando utilizan transporte, pero no interviene cuando continúan caminando bajo las fuertes temperaturas o las fuertes lluvias que se registran en la región.

Precisó que las condiciones de los migrantes durante su travesía por Chiapas son precarias y peligrosas, ya que muchos de ellos enfrentan el riesgo de ser víctimas de la delincuencia organizada, abusos de autoridad, explotación laboral y, en el caso de las mujeres, abuso sexual.

“El gobierno debe dar una respuesta a los migrantes, no disfrutar de su dolor y evitar más accidentes automovilísticos donde han atropellado a muchos por descuido de los choferes o de ellos mismos que caminan por la carretera costera”, dijo.

Señaló que las propias autoridades están exponiendo a los migrantes a los riesgos de caminar por la carretera costera de Chiapas y sufrir desolación, así como deshidratación y todo tipo de abusos en su travesía por territorio chiapaneco.

Destacó que por el municipio de Suchiate, que limita con Guatemala, ingresan un promedio de 10 mil a 11 mil migrantes al mes con la intención de alcanzar la frontera norte del país con Estados Unidos, pero hay otros tantos similares que son movidos por los llamados coyotes.

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Criticó a la Comisión Nacional y Estatal de los Derechos Humanos, así como a la fiscalía del migrante, por no hacer nada y lo único que hacen es cobrar su salario, pues no los ven ayudando a los migrantes que están en territorio nacional.

Puntualizó que se necesita la ayuda de todos para atender este fenómeno migratorio en la frontera sur, ya que de lo contrario seguiremos viendo migrantes que son víctimas de delitos, abusos y extorsiones por parte de las mismas autoridades.

Les dan vía libre

El Instituto Nacional de Migración ha dejado desfogar el flujo migratorio en el municipio de Tapachula y ha permitido que los migrantes caminen en grupos pequeños a lo largo y ancho de la carretera Costera de Chiapas en su intención por salir de Chiapas.

A diario se puede observar a estos migrantes, procedentes de diversas partes del mundo, transitando desde Suchiate hasta Arriaga, el último municipio en la ruta migratoria que utilizan hacia los Estados Unidos.

Los migrantes han denunciado en reiteradas ocasiones que la falta de atención por parte de las autoridades migratorias en la frontera sur ha llevado a esta situación, donde los migrantes se ven obligados a emprender largas caminatas bajo condiciones extremas.

Los rayos del sol inclemente y las altas temperaturas, que alcanzan los 36 a 40 grados hacen que el trayecto sea aún más desafiante para quienes buscan una vida mejor en los Estados Unidos.

La desesperación y la determinación de una vida mejor impulsan a estos migrantes a enfrentar estos peligros, dejando atrás sus hogares y arriesgando sus vidas en busca de oportunidades.

Dismary Velázquez, originaria de Honduras, mencionó que ellos han decidido caminar por la falta de atención del Instituto Nacional de Migración y la tardanza de la Comisión Nacional de Ayuda a Refugiados para dar una cita.

“Migración sólo nos subimos a un transporte y nos baja, pero si salimos caminando en grupos pequeños o en caravana nos deja caminar muchos kilómetros por la carretera”, expresó.

Añadió que los migrantes que deciden caminar es por la falta de recursos económicos y por las retenciones que hacen las autoridades, ya que los que tienen recursos se suben a una combi y antes de llegar a un retén se bajan para pasar caminando.

Precisó que otro de los factores por lo que están caminando es por la falta de empleos en la ciudad o lo mal pagado que están los trabajos en esta ciudad que se están convirtiendo de pasa para miles de migrantes.

Puntualizó que la intención de todos los migrantes es llegar a los Estados Unidos y no quedarse en Tapachula y muchos menos en México, ya que consideran que en este país no podrían sacar adelante a su familia que se quedan en su país de origen.