La llegada de migrantes a Tapachula revela una compleja realidad social. Estas personas trasladadas desde el norte de México hasta la frontera sur con Guatemala se encuentran enfrentando condiciones precarias al dormir en las calles y establecer campamentos improvisados en distintas áreas de la ciudad.
La problemática migrante se centra especialmente en lugares como el parque Bicentenario y en las banquetas de negocios en el corazón de Tapachula, a excepción del parque Central, donde las autoridades imponen restricciones.
Dominga Zabala, oriunda de Honduras, compartió a Diario del Sur la amarga experiencia de ser retornada cuando estaba a punto de cruzar la frontera hacia los Estados Unidos, su relato revela la lucha constante que enfrentan los migrantes en su intento por llegar al norte, solo para ser devueltos justo cuando visualizan el logro de su anhelado sueño americano.
“Es duro y más con dos de mis hijos, nos tocó llorar, pues nos quitan ropa, zapatos y si nos dejan la cobija es porque francamente le lloramos a las autoridades, ya que de lo contrario nos dejan sin nada”, expresó la mujer centroamericana.
Puntualizó, como migrante la única petición a las autoridades mexicanas y de migración es que les permitan cruzar el país para ingresar al territorio norteamericano sin ningún problema.
En este contexto, describe el impacto emocional y material, resaltando la dureza de perder pertenencias esenciales, así como algunos de sus documentos que los acompañaban en su viaje a los Estados Unidos.
La historia de Zabala no es única; representa un patrón compartido por numerosos migrantes de diversas nacionalidades que, al ser retornados a Tapachula, se ven obligados a tomar decisiones difíciles, algunos optan por regresar a sus países de origen, mientras que otros, como en el caso de Zabala, persisten en su intento de llegar a su destino final.
De acuerdo con las autoridades de seguridad, son un promedio de tres a dos vuelos por día que están haciendo las autoridades mexicanas de estados como Nuevo León, Tamaulipas, Sonora, Baja California, Coahuila y los traen a Tapachula.
Precisaron, cada vuelo trae un promedio de 130 a 90 migrantes de Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Venezuela, Cuba, Haití y otras nacionalidades que están siendo retornados a este punto del país.
Pos su parte, fuentes del Instituto de Migración indicaron, los migrantes centroamericanos son llevados a la frontera entre México y Guatemala, ya sea por Talismán o Suchiate, mientras que los sudamericanos y caribeños son liberados en la ciudad tras realizar sus registros en la estación migratoria.
Además, precisaron que aún no han empezado las deportaciones de los migrantes vía aérea de Tapachula a su país de origen, ya que solo están esperando las indicaciones de las autoridades superiores del INM.