Ante la lentitud de atención de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) en Tapachula, más de dos mil extranjeros de distintas nacionalidades se aglomeraron en las oficinas ubicadas en el centro de la ciudad para exigir que se les agilice el procedimiento de reconocimiento de la condición de refugiados que les da la protección del gobierno mexicano.
Y es que por más de dos meses el personal suspendió las entrevistas y por lo tanto no hubieron trámites, lo que provocó que los procesos se rezagaran de manera considerable.
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Derivado de esta situación migrantes de nacionalidades cubanas, haitianas, venezolanas, hondureñas, guatemaltecas, salvadoreñas y entre otras, decidieron concentrarse para exigir que se agilicen los trámites y se les de la condición de refugiados.
Además, exigen atención a sus demandas y solicitudes de la tarjeta por razones humanitarias como víctimas de la violencia en su país y el peligro que corre su vida, sin embargo, tras meses de gestión la instancia solo les ha dado largas.
Este martes, los extranjeros irrumpieron en las oficinas de ayuda al refugiado porque aseguran que no hay fecha para el trámite de sus documentos, la concentración ha causado molestias entre los vecinos que desde hace mucho tiempo han pedido el traslado de las oficinas a otro lugar donde haya más espacio y condiciones de atención.
En entrevista, Ruth "N", de nacionalidad colombiana, afirmó que han sido meses de espera para buscar la atención de algún empleado o funcionario de la COMAR, pero el tiempo ha pasado y poco han logrado.
Dijo que desde octubre del año pasado solicitó la cita para lograr la "grabada", es decir la credencial que les reconoce como refugiados, pero desafortunadamente el personal de la COMAR no les da respuesta.
"El documento que solicitamos es el de condición de refugiado denominación que se da a las personas que están fuera de su país de origen por temor a la persecución, al conflicto, la violencia generalizada, u otras circunstancias que hayan perturbado gravemente el orden público y, en consecuencia, requieremos protección internacional", abundó.
Indicó que exigen la tarjeta grabada donde ya están sus datos biométricos, la CURP que les da acceso a oportunidades laborales y protección en servicios de salud, entre otros.
Por su parte, María "N", de nacionalidad hondureña, quien está en México con sus dos menores hijos, señaló que requieren el documento permanente que facilite encontrar un trabajo más formal y les de seguridad, porque ellos necesitan trabajar.
"Llegué a Tapachula desde el mes de diciembre del año pasado, una y otra vez nos han dado fechas para atención pero siempre nos han pospuesto y no nos reciben, situación que ha comenzado a desesperarnos", sostuvo.
Ingrid Torres, de nacionalidad colombiana, afirmó que no se les quiere dar la resolución y no pueden estar sin documentos permanentes porque, aunque cuentan con una CURP las autoridades no les dan importancia e incluso la amenazan con romperle ese documento.
"Yo busco la tarjeta grabada porque quiero quedarme en México porque hay paz a diferencia de mí país donde hay mucha violencia, solo quiero un mejor futuro para mí y para mí familia", sostuvo.