La coordinadora del Área Educativa y Facilitación de Procesos de Una Mano Amiga (UMA) en la lucha contra el Sida, Essa Lilith Hernández, aseguró que la discriminación institucional hacia la población LGBTTTI, sobre todo en migrantes, continúa por parte de las instancias de gobierno en el municipio de Tapachula.
La activista confirmó, que luego de haberse detectado un grupo de miembros de este colectivo dentro de la última caravana de migrantes, estos actualmente continúan desaparecidos, por lo que se desconoce si fueron deportados o se encuentran encarcelados por parte de las autoridades migratorias, algo preocupante porque la vulnerabilidad es mucho mayor, ya que la mayoría de migrantes que abandonan su país y tienen otra orientación sexual, lo hacen porque son víctimas de la violencia muchas de las veces del mismo crimen organizado.
La invisibilización de la comunidad LGBTTTI dentro de los grupos de personas que migran, ha sido uno de los factores por el cual muchos de estos miembros son violentados durante su proceso de tránsito dentro del país y los exponen a ser criminalizados, ya que al ser considerados como una población que no existe o tiene necesidad, los vuelve más proclives a ser víctimas de la violencia no sólo de los delincuentes, si no de los mismos funcionarios públicos.
Aclaró, que las caravanas de migrantes en los últimos tres años, no son las responsables de la llegada de miembros de la comunidad LGBTTTI a México, eso siempre ha existido, sin embargo, ahora en su necesidad de huir de la violencia de su país, aprovechan para viajar en grupo pero se exponen que durante ese proceso sean víctimas hasta de los mismos migrantes que viajan con ellos.
Por ello, propuso a que todas las víctimas de la violencia que arriben a la frontera sur de Chiapas con la intención de mejorar su vida, sean tratados conforme a sus derechos humanos, lleven un proceso de regulación igualitario sin que interfiera o se les discrimine por su orientación sexual.
Por último afirmó, que hasta el año 2016, los migrantes que llegaban a Tapachula correspondía a gente procedente de Honduras, El Salvador y Guatemala, pero para el 2018, esto aumentó con gente de Cuba y Nicaragua, por lo que ahora también se reciben miembros de la comunidad LGBTTTI de otros países, los cuales se encuentran en el proceso de espera de su regulación.
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