Migrantes extracontinentales que se han agrupado y asentado en municipios aledaños a Tapachula, piden dinero sobre la carretera internacional Tuxtla Chico- Talismán, para poder subsistir durante su estancia en esta región del país.
Los extranjeros han ingresado por la frontera Talismán - El Carmen, según ha relatado un haitiano que apenas puede articular palabras en español, ya que su lengua nativa es el criol.
El isleño ha pasado cerca de cuatro horas bajo el Sol, pidiendo monedas a los automovilistas que se ven obligados a detener su marcha, debido a un reductor de velocidad que hay justo en el ingreso del acceso principal a la cabecera municipal de Tuxtla Chico.
El hombre porta una mochila y con una gorra alza la mano para recibir monedas de aquellos conductores que se han detenido un poco para ayudarlo.
Pero está de paso. Ha logrado burlar uno de los puestos de revisión del Instituto Nacional de Migración (INM) y ahora busca llegar a Tapachula.
Desde mediados de 2020, los migrantes comenzaron a trazar por Talismán una nueva ruta de acceso a México, lejos de la atención y presencia de la Guardia Nacional y el INM.
La distancia que recorren desde este punto fronterizo a Tapachula es de 15 kilómetros apropiadamente, a comparación de los 45 que tienen que avanzar desde Ciudad Hidalgo.
La vigilancia en la frontera Talismán - El Carmen es un punto de ingreso accesible para los migrantes, debido a que la vigilancia es nula y los caminos extravío permiten a los extranjeros camuflarse sin mayor problema.
Ante el temor de que cualquier vehículo del INM pase por el sector, el migrante decide retirarse antes que se advertido por estas autoridades, internándose así en Tuxtla Chico para poder seguir en su ruta hacia la búsqueda de algún albergue o estancia donde pueda descansar.