Migrantes que permanecen varados en Tapachula ante la tardanza de los trámites del CBP One enfrentan situaciones difíciles para subsistir, sin embargo, algunos recurren a la venta de alimentos, dulces, a limpiar parabrisas y a la mendicidad para cubrir sus necesidades básicas.
En años anteriores, en las calles de Tapachula eran personas de Guatemala las que vendían chicles con sus llamados "canguritos", sin embargo, hoy la historia es completamente diferente, ya migrantes de otros países son los que venden dulces para agenciarse unos pesos y emprender su viaje a los Estados Unidos.
Y es que en las calles del primer cuadro de la ciudad se puede observar a grupos de migrantes que ofertan dulces a cambio de una moneda o bien venden alimentos de sus países de origen, cuya actividad ha crecido en los recientes días.
Hugo, migrante de Venezuela, dio a conocer que ante la falta de ayuda social en Tapachula invierten sus últimos recursos en adquirir algunos productos para después venderlos y obtener más dinero.
Dijo que buscan dinero para comprar sus alimentos y pagar la renta de los cuartos donde pasan la noche y así poder mantener intacto el sueño americano, ya que salieron de sus países para lograr mejores condiciones de vida.
"No podemos regresar a nuestros países por eso buscamos como obtener dinero para mantenernos acá, la situación es difícil pero nuestro sueño está intacto y confiamos en Dios que vamos a poder llegar a los Estados Unidos", abundó.
Por su parte, Alejandra, migrante de Venezuela, dio a conocer que entienden que Tapachula es una ciudad con condiciones difíciles y más cuando hay una saturación de extranjeros, por lo que mejor ha tomado como opción vender dulces para subsistir.
"Nosotros no pensamos quedarnos en este lugar, hemos recorrido demasiado como para quedarnos en esta ciudad, le pedimos a los hermanos mexicanos que nos ayuden para poder salir y seguir nuestro camino, que es llegar a los Estados Unidos”, sostuvo.