Para el sacerdote y responsable de la dimensión de movilidad humana en Tapachula, César Augusto Cañaveral Pérez, una de las consecuencias de las caravanas de migrantes, es el retorno asistido de migrantes a sus países de origen, debido a que no pudieron llegar a Estados Unidos.
“Una de las consecuencias del paso de las caravanas de migrantes, son “los retornos voluntarios que realiza el Instituto Nacional de Migración (INM); incluso con la OIM (Organización Internacional para las Migración) se atiende este tipo de retornos voluntarios de la gente que se quedo en México o en Tijuana”.
Y continuo: “los flujos migratorios, no solo en lo económico, sino también en el caso de refugiados viene con más intensidad, aquellos que se nos quedaron aquí, para nosotros es una responsabilidad pastoral dentro de la Diócesis”, dijo.
Agregó que uno de los retos es atender los grupos poblaciones de migrantes que se encuentran establecidos en las orillas de la ciudad, así como atender el “tema de la delincuencia, el tema de las Maras, que si se activaron, no nos dimos cuenta en que porcentaje”.
Por último, precisó que “la migración no la podemos frenar, pero si la podemos concientizar”, para garantizar un tránsito ordenado, asistido y seguro, sin poner en riesgo a la población migrante que es vulnerable a todo tipo de delitos.