Ciudadanos tapachultecos exigen a las autoridades aplicar las leyes con los migrantes de forma igualitaria a como se emplean con los mexicanos, luego que el parque Bicentenario ha sido convertido en lugar de reunión de personas en tránsito y algunos sin pudor usan sus jardines y alrededores como sanitario público.
"El parque Bicentenario fue creado como un espacio de convivencia familiar, sin embargo, los migrantes se han apoderado de él lugar atreviéndose a agredir hasta a las propias autoridades o ciudadanos cuando les piden que no dejen basura tirada o hagan sus necesidades fisiológicas en la vía pública, llegando a ser amenazantes sus contestaciones” , expresó Roberto "N", vecino del lugar.
Dijo que por la cercanía a su lugar de residencia ayer acudió al parque como de costumbre para realizar una caminata, y se percató que los migrantes hacían sus necesidades fisiológicas en las jardineras a plena luz del día, por lo que exigió a los infractores respetar, ya que al lugar acuden mujeres y niños, pero en respuesta los migrantes le advirtieron que se retirará si no quería tener problemas.
Ante la situación hace un llamado a las autoridades para que se aplique el Bando Municipal de Buen Gobierno, ya que dijo "no es posible que como mexicanos estemos secuestrados en nuestra propia tierra", señaló.
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En un sondeo realizado a negocios aledaños y en las inmediaciones del parque Bicentenario, se tienen reportes de que los migrantes usan diablitos para colgarse de las instalaciones eléctricas de los postes de luz, consumen drogas y alcohol en el lugar.
“Si un mexicano lo hace, se lo llevan preso, pero a los migrantes no les hacen nada", citó el denunciante, mientras los comerciantes aledaños que no dan sus nombre por temor a sufrir agresiones o que sus negocios sean vandalizados reiteran el llamado para que se ponga un alto a estas personas que violentan la ley.
Por otra parte, también han instalado una peluquería en la pérgola del lugar, para lo cual rompieron las conexiones de los postes de luz para poder tomar energía eléctrica y con una extensión conectar la máquina para rasurar el pelo, que por cierto tampoco levantan del lugar.
Finalmente, algunos de los comerciantes del área indicaron que a diario se ven afectados con los orines y heces fecales que dejan los migrantes en sus banquetas por las noches por lo que todos los días tienen que lavar sus banquetas por la misma situación.