Entre plantaciones de plátano, maíz y árboles frutales se encuentra el ejido Miguel Alemán, perteneciente al municipio fronterizo de Suchiate, considerado como el rincón más limpio en la frontera sur, debido a los hábitos de limpieza y buena organización de su población.
Esta comunidad modelo, está establecida a una distancia aproximada de 14 km de la cabecera municipal, y aunque la mayoría de su población se dedica a las labores del campo, principalmente al cultivo de plátano, sobresalen por su forma de vida.
Te puede interesar: Pescadores a la deriva, embarcaciones sin GPS en caso de naufragios
Durante la mayor parte del año en esta zona predomina un clima caluroso, con temperaturas superiores a los 37 grados, por lo que predomina un suelo arenoso, aunque la mayoría de sus calles son de concreto hidráulico.
El ejido fue fundado en los años 60's, y cuenta con una población de mil 100 habitantes, quienes desde entonces se esfuerzan por inculcar en las nuevas generaciones la limpieza y el respeto a los reglamentos locales.
En la entrada a la comunidad un arco metálico con la leyenda "Bienvenidos al Ejido Miguel Alemán, feliz estancia en el ejido modelo", recibe a los visitantes, pero unos metros más a adelante un letrero advierte la aplicación de sanciones económicas a conductores de motocicletas y vehículos que circulen por arriba de los 20 kilómetros por hora.
La comunidad más limpia de Chiapas
Freddy Barrios Jiménez, presidente del comisariado ejidal, dio a conocer que el ejido Miguel Alemán, es considerado como la comunidad más limpia del Soconusco, gracias a la cultura de limpieza e higiene, lo que les ha valido para obtener certificados y reconocimientos por las autoridades de los tres órdenes de gobierno.
Dijo que se han ganado esta distinción gracias a la organización de sus habitantes, pues desde el más pequeño hasta el más grande han adoptado la limpieza como un estilo de vida en sus hogares, existiendo acuerdos tomados en las asambleas comunitarias que todos deben cumplir.
"Trabajamos con la población y los organizamos, de tal manera que se nos ha reconocido como la comunidad más limpia, ya que todos apoyan para mantener esa limpieza y organización que nos ha dado buenos resultados", abundó.
Hizo hincapié en que en este ejido, los habitantes se reúnen cada mes en asamblea, donde se toman acuerdos respecto a la mejora de la comunidad y donde se establecen sanciones económicas a quienes infringen sus normas comunitarias.
Desde la escuela inculcan la cultura de la limpieza
Adriana Aquino, es habitante de esta comunidad y expresó que mantener los buenos hábitos no es nada fácil y más en las nuevas generaciones, sin embargo, los ejidatarios además de inculcarlos en casa han unido esfuerzos con los docentes para impulsar desde las aulas la importancia de limpieza y el respeto a las normas.
Indicó que los docentes contribuyen desde el kínder, primaria y secundaria en impulsar en los niños el respeto por la naturaleza, de tal manera que desde temprana edad se involucren en las actividades de la comunidad.
"Queremos que lo nuestro quede en buenas manos, por ello, de generación en generación vamos inculcando las normas que se han establecido en la comunidad, con la intención que sigamos siendo un ejido modelo y que los más jóvenes se involucren y se sientan orgullosos de pertenecer a este lugar", abundó.
Desde el 2012 se aplican normas comunitarias
Ervin Joel Girón, es secretario del comisariado ejidal, quien contó que el 12 de agosto de 2012, en una asamblea, los 45 ejidatarios y avecindados decidieron por el bienestar y la sana convivencia de las familias establecer normas comunitarias.
Detalló que en común acuerdo se decidió establecer sanciones económicas a quien tire, queme basura, a quien permita deambular a sus animales por la calle o mantenga sucia su casa y patio, alternativas que les ha valido ser para los visitantes una comunidad modelo.
Puntualizó que para los motociclistas y automovilistas que circulen a exceso de velocidad la multa oscila entre los 500 y 700 pesos, y para los que tiren basura en la vía pública o quemen desechos, vendan bebidas alcohólicas o las consuman en las calles, así como a los que permiten que sus mascotas deambulen por las calles la sanción es de 500 pesos.
“Por acuerdo de la asamblea no se tira en las calles la basura y mucho menos está permitido que se queme, y a quien lo haga se le multa y ese recurso es invertido en las mejoras de la comunidad", sentenció.
Subrayó que para las personas que no son del ejido y llegan de visita e incurren en algunos de los puntos solo se les llama la atención, sin embargo, a los lugareños no se les tiene consideración.
Comunidad organizada y autosustentable
El comisariado ejidal, Freddy Barrios, mencionó que los habitantes no solo se unen en los hábitos de limpieza, sino también cuentan con una buena organización, en donde todos buscan un bienestar económico para las familias.
Desde hace años, los ejidatarios dedicados al cultivo del plátano se unificaron para formar una Unidad de Producción Ejidal Rural, en donde las utilidades que se generan por esta actividad agrícola son distribuidas de manera equitativa.
Asimismo, en el centro de la comunidad, los ejidatarios han establecido una tienda comunitaria, en donde los habitantes pueden abastecer sus productos básicos y en caso de no contar con dinero, les fían y al final del año se les descuenta de sus utilidades de la producción de plátano.
"Se creó una tienda comunitaria para que cuando los ejidatarios no tengamos utilidades por la venta de la producción de plátano y no tenemos el alimento en casa, podemos ir a surtirnos para posterior cubrir la deuda", acotó.
Además, han establecido una planta purificadora de agua ejidal, la cual surte del vital líquido a las familias a precio más bajo que las empresas particulares, con la intención de apoyar la economía de los habitantes.
"Esto es cerrar círculos, en lugar que las empresas vengan y se lleven el dinero, mejor que este recurso quede a beneficio del ejido y de esta manera ser una comunidad autosustentable", finalizó.