Una mujer de 71 años se encuentra luchando por su vida luego de que sufriera una presunta negligencia médica en el hospital del seguro social y que hasta el momento no ha recibido la atención necesaria.
La pesadilla inició el pasado 23 de diciembre de 2019 cuando la señora Julia N ingresó a la sala de urgencias del mencionado hospital, debido a que presentaba síntomas de ojos y piel amarillenta, en los primeros estudios le indicaron que era algo relacionado con la vesícula y que una piedra que apareció había rasgado el hígado, en otro indicaban que probablemente tenía cáncer de hígado.
El doctor José Manuel N fue el encargado de la responsabilidad de la paciente, estuvo en observación por lo menos 17 días, una semana antes de darle de alta presuntamente le mencionó que tenía un tumor en el intestino delgado y grueso.
Sin embargo, la familia Hidalgo Solís al ver que no había la atención necesaria y que el médico no daba un resultado de la enfermedad, decidieron llevarla a una clínica particular en donde le señalaron de inmediato que efectivamente tenía un tumor alojado en el páncreas, que era necesario una cirugía de emergencia, pero al no tener el recurso económico, la trasladaron hacia el seguro social otra vez.
Al entrevistarse de nuevo con el presunto responsable del caso, el doctor José Manuel N les dijo a los familiares que si iba a realizar una cirugía, pero que necesitaba unas grapas especiales que no contaban en el nosocomio para poder colocarlas, evitando así la disminución de horas en el proceso, por lo cual les dio la opción de que le pagaran la cantidad de 15200 pesos, dándoles dos recibos que con eso le ayudaría a mejorar su calidad de vida ya que le reconstruiría el estómago.
Pasaron las cuatro horas en el quirófano, le quito la vesícula según porque ya no estaba en buen estado, le colocaron los puntos para cerrar la herida y colocó unos drenes para poder habilitar su desempeño.
Al pasar los días, se aprovecharon de la desesperación y les dieron una alta voluntaria para que la sacaran, al llegar a su domicilio tuvieron que contratar enfermeras para poder seguir dándole el tratamiento a la paciente, pero un olor fétido estaba saliendo del costado izquierdo del estomago, lo que les preocupó y llamaron de nuevo al doctor José Manuel quien indicó que mandaría a dos residentes a hacerle la asepsia, los cuales solo llegaron con guantes y sin ningún equipo médico. A los pocos minutos se dieron cuenta que al interior del estomago se encontraba una gasa que se estaba pudriendo derivado presuntamente tras la operación que realizaron y que dejaron sin saber las consecuencias.
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Al doctor se le volvió a llamar a su celular y le explicaron sobre el hallazgo, en un principio presuntamente aceptó la culpa, pero después se retractó echándole la culpa a una de las enfermeras, pidió por tercera vez llevarla hasta su consultorio en el Seguro Social en donde le limpió de nuevo la herida y volvió a costurar, ya que ella se encuentra en fase terminal.
Además, el médico explicó que había quedado perforado su intestino porque los tejidos se quemaron.
Hasta el momento se le han colocado suero, le quitan y ponen gasas, pero no han hecho una labor más profunda para poder reparar el daño y tratar de salvarle la vida.
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