Ante el constante flujo migratorio que se registra en la ciudad, el obispo de Tapachula, monseñor Jaime Calderón Calderón, precisó que se trata de “una emergencia migratoria”, por lo que agradeció a las autoridades federales y estatales “los pocos, pero muy buenos esfuerzos que han hecho para ayudar a los extranjeros”.
Sin embargo, el jerarca de la gray católica expuso: “queremos pedir al Presidente de la República (Andres Manuel López Obrador), y al gobernador del Estado (Rutilio Escandón Cadenas), la implementación de un cerco sanitario que garantice el cuidado de la salud en la región, y se ofrezca a los migrantes con la intención de tener un control de enfermedades a las que estén expuestos ellos como forasteros, y nosotros como connacionales”.
Sostuvo que su postura ante el fenómeno migratorio que se vive en la región, “es totalmente cristiana, evangélica y humanitaria. Por esta razón, ante el sufrimiento que algunos hermanos migrantes están padeciendo por la extensa espera de sus documentos, vamos a ofrecerles alimento y bebida hasta donde nuestras posibilidades alcancen”.
Precisó que esa labor es organizada y coordinada por la Pastoral de la Movilidad Humana, y por ello, “el comedor se establecerá a las afueras de la estación migratoria Siglo XXI en donde se ofrecerá la comida del medio día. Todas las parroquias de la Diócesis están integradas a este gran esfuerzo eclesial para hacer efectiva nuestra respuesta al evangelio. Oremos para que en esta acción el Señor sea nuestra fuerza y compañía”.
Así también, manifestó que al iniciar la temporada de lluvias, las precipitaciones podrían ser intensas y constante, por lo que “recordemos que nuestro compromiso con la creación llega hacerse efectivo en el cuidado de los ríos y mares. Evitemos tirar basura para que se vaya en las corrientes de agua, y lleguen a tapar drenajes, azolvar ríos y contaminar el agua”.
Previo a concluir, informó que el último domingo del mes de mayo, fue dedicado a la Virgen María, por lo que la comunidad cristiana católica de Chiapas peregrinó a la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en la Ciudad de México, actividad en la que participaron laicos, religiosas, religiosos, sacerdotes y Obispos de Chiapas, quienes “entramos en peregrinación a la casa de Nuestra Madre de Guadalupe. Venimos con las súplicas de los chiapanecos pidiéndole a la Virgen interceda ante su Hijo para que nuestros pueblos en Él tengan vida.
Entrar caminando al santuario de la Virgen nos recuerda que somos peregrinos y migrantes en este mundo y que marchamos de la mano de ella hacia la casa del Padre”, finalizó.