Molestia causó a una familia de Huixtla el visitar sus tumbas el 2 de noviembre. La familia cuenta con un subterráneo para dos ataúdes, el cual ha permanecido tapado con cemento desde hace meses para usarse en el futuro, pero este día descubrieron que las tapas de cemento habían sido robadas.
Las quejas habituales de cada año resaltaron en este Día de Muertos, cuando numerosos visitantes abarrotaron el Panteón Municipal y se encontraron con irregularidades en las tumbas de sus difuntos. Algunas familias han sido víctimas de robos y atropellos por parte de presuntos "trabajadores" del lugar.
Una familia, que prefirió omitir sus apellidos, expresó su inconformidad al señalar que, apenas una semana antes, habían visitado el panteón para limpiar sus tumbas y todo estaba en orden. Hoy se llevaron la sorpresa de que las tapas de cemento que cubrían la tumba ya no estaban.
Las tapas son costosas y esenciales para los subterráneos, pues evitan que alguien caiga y se lastime, además de servir en caso de que la familia necesite sepultar a un ser querido. Ahora deberán comprarlas de nuevo, las cuales no son baratas.
Otros visitantes del panteón comentaron que estos actos delictivos ocurren frecuentemente y señalaron como sospechosos a quienes pasan el día en el lugar ofreciendo servicios de albañilería. Según mencionan, han formado un monopolio al impedir que las familias contraten a albañiles externos para realizar trabajos en las bóvedas.
Esta situación ha generado inconformidad, pues se desconoce quién otorgó permiso a estos albañiles para operar y anunciar que solo ellos pueden realizar trabajos en el camposanto. Ante esto, los habitantes de Huixtla solicitan a las autoridades municipales intervenir y esclarecer la situación.