En su cuarto día de protesta, dos mujeres embarazadas les fue negada la ayuda por parte del Instituto Nacional de Migración (INM). Una de ellas de nombre Dina o Diana, fue la mujer embarazada que vomitó y se convulsionó en las afueras de la Estación Migratoria Siglo XXI de Tapachula, pero este jueves fue dada de alta por personal médica, y trasladada de nuevo a ese recinto federal.
Dina o Diana “N”, estuvo desde las nueve la mañana sentada en el piso de la entrada principal de la Estación Migratoria, sin que recibiera atención médica, los agentes del INM al notar que era fotografiaba debido a la precaria situación en la que la dejaron, decidieron moverla a escasos centímetros de la puerta principal, y fue hasta las 11:40 de la mañana aproximadamente, que presuntamente un médico con uniforme del INM salió a verificar el estado de salud de la mujer.
Jonatán, amigo de la Dina o Diana “N”, es de Angola consideró que fue “nos tratan como animales, no como humanos, nosotros llevamos dos meses aquí, sin trabajo, con niños, no es bueno, no hay agua, no hay comida, nosotros solo queremos un sello para no estar aquí, para llegar a Estados Unidos o Canadá, o llegar a la capital o la frontera, no estar en la frontera, porque en Tapachula no hay trabajo”.
Informó que debido al problema de salud la presión de Dina o Diana “subió mucho, subió demasiado, vomitó, así que sufrió bastante, tuvo mucho sangrado, así que perdió el bebé, tenía tres meses de embarazo, y ya no tiene bebé”.
Además, para adquirir medicamentos y recibir atención médica necesita desembolsar cuatro mil pesos, recursos que no tienen.
Otro de las mujeres embarazadas que tiene sangrado es la africana Elisa, oriunda de Angola quien ayer entre el encontronazo entre policías federales, Guardia Nacional y africanos, fue golpeada.
“Me golpearon me dieron una patada en el estómago, fui a pedir atención médica, tengo siete meses de embarazo, la policía y migración fu eque me golpearon, yo les dije que no me golpearan la barriga, y he estado sangrado después que me dieron una patada”, dijo la señora Elisa.
Consideró que los golpes que sufrió es inhumano, además, al no agilizarles los trámites es una muestra de la racismo y discriminación.
Además, en ese lugar, también dos hombres que bailan frente a la policía federal y Guardia Nacional se desvanecieron y comenzaron a convulsionarse, a pesar de la situación en las afueras no hay presencia de atención médica, ni de organizaciones pro migrantes que puedan brindar auxilio a los migrantes extra continentales que esperan desde hace más de dos meses el oficio de salida para continuar su viaje hacía México.