El incremento del flujo migratorio en Tapachula ha generado que los menores de edad representen casi el 50% de la población existente al interior de los albergues locales.
Las niñas, niños y adolescentes en movilidad humana llegan a los refugios de la frontera sur, mayoritariamente, en núcleos familiares o en compañía solo de su madre o padre soltero, que tienen un solo objetivo: alcanzar la frontera norte.
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Se estima que, en promedio, son 730 los menores que hay en los albergues Jesús el Buen pastor, Diocesano Belén y en Hospitalidad y Solidaridad, quienes brindan atención a la niñez de 0 meses a los 17 años de edad.
Estos vienen de países tales como Guatemala, El Salvador, Honduras, Venezuela, Haití y Cuba, que están de paso por el territorio nacional.
Herbert Bermudez, administrador del albergue “Jesús El Buen Pastor”, indicó que su ocupación es de mil personas, sin embargo la población niños y jóvenes alcanza los 450.
Añadió que en dicho recinto han llegado a tener hasta 15 adolescentes que viajan solos, sin embargo, es muy raro que lleguen los jóvenes en busca de ayuda, ya que optan por seguir caminando en lugar de esperar.
“En el albergue brindamos alimentación y techo a los menores en movilidad humana, los apoyamos con sus estudios a través de un maestro del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe), así como actividades deportivas”, expresó.
En el caso del Diocesano Belén, son 200 los niños, niñas y adolescentes migrantes que acompañan a sus padres en esta travesía para lograr el sueño americano. Su población total es de 480 personas.
Su director, César Augusto Cañaveral Pérez, presbítero responsable de la Diócesis de Movilidad Humana, mencionó que a este espacio permiten únicamente el ingreso de grupos familiares por la saturación que viven.
"En el albergue se les da atención psicológica, académica y de salud a quienes llegan con sus padres en este viaje largo y peligroso principalmente para las niñas, niños, así como adolecentes”, manifestó.
Indicó que el primer trimestre del año ha sido difícil poder atender a todos los extranjeros que llegan en busca de atención en la ruta migratoria de la frontera sur.
Por su parte, Nimsi Arrollo, encargada de comunicación del recinto Hospitalidad y Solidaridad, indicó que dicho establecimiento tiene 82 menores migrantes con sus padres en el proceso de solicitud de asilo.
“Estamos pasando por problemas económicos y actualmente atendemos a un promedio de 192 personas, de las cuales 82 son niñas niños y adolescentes en compañía”, abundó.
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Puntualizó que en el refugio tienen la Escuelita Sin Fronteras, donde los menores aprenden a leer o escribir, Un Espacio Amigable; en donde realizan actividades recreativas, talleres y con Fútbol Más realizan las actividades deportivas.