En el año 2023, se puso en marcha el Proyecto Oncosurf, para niñas y niños oncológicos del Instituto Mexicano del Seguro Social, quienes luchan para vencer la enfermedad del cáncer.
José Montero Rosa, fundador de Surftapa e instructor en Oncosurf, explica que este proyecto tiene como objetivo principal elevar el ánimo de los pequeños pacientes, darles esperanza de vida y brindarles la oportunidad de aprender deporte e incluso conocer el mar por primera vez.
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El programa consiste en ofrecer clases de surf a los niños, permitiéndoles momentáneamente olvidar los rigores de sus tratamientos de quimioterapia, que suelen ser largos y difíciles de sobrellevar para los menores.
“A través de esta actividad, se busca acompañar a los niños en esta etapa desafiante de sus vidas, fomentando sonrisas y esperanza en medio de la adversidad que enfrentan las niñas y niños que sufren esta enfermedad en la región el Soconusco”, expresó.
Añadió que para llevar a cabo este proyecto, se realizaron consultas tanto con los padres de los menores como con especialistas en salud que cuidan a los menores en el IMSS, garantizando su seguridad y el bienestar de los participantes.
Destacó que esta iniciativa no solo beneficia a los niños, sino que también ofrece un respiro a los padres, quienes encuentran en estas actividades una distracción invaluable durante el difícil diario vivir el proceso que enfrentan sus hijos.
Destacó que el proyecto Oncosurf ha logrado ganar el apoyo de la comunidad de Puerto Madero, con la participación activa de transportistas y restauranteros que se han sumado a esta causa de ayudar a los niños en su lucha contra la enfermedad.
“Gracias a esta colaboración, se ha ampliado el alcance y los recursos disponibles para brindar esta experiencia única a las niñas y niños afectados por el cáncer infantil, pues les ofrecen transporte de manera gratuita, así como alimentación”, abundó.
Externó que el impacto positivo de Oncosurf va más allá de las olas del mar, ya que proporciona un espacio de alegría y esperanza en medio de la batalla contra la enfermedad que es la principal causa de muerte en México en menores de edad.
Puntualizó que cada niño que participa en este proyecto encuentra un momento de felicidad y libertad, que ayuda a fortalecer su espíritu y su valentía para superar los desafíos que se enfrentan con esta enfermedad.
El tratamiento contra el cáncer es doloroso y difícil para los niños
Marbella Velázquez Argüello, compartió a Diario del Sur la conmovedora historia de su hijo, quien fue diagnosticado con leucemia linfoblástica aguda en 2021, pero que gracias a Dios ha podido superar con éxito y sus ganas de vivir.
Maxi, como cariñosamente lo llama su madre, enfrentó más de 156 tratamientos prolongados y difíciles de quimioterapia, una experiencia difícil tanto para él como para su familia.
“Ver a Maxi sonreír y emocionado en las clases de surf me dio la esperanza de soñar y a él las fuerzas para terminar con éxito la lucha contra estas terrible enfermedad que no todos los niños pueden superar”, expresó.
Añadió que el tratamiento incluyó quimioterapias intravenosas, intramusculares y orales, que Maxi logró completar con éxito gracias al apoyo incondicional de los médicos, su familia y las terapias de surf que resultaron ser un bálsamo para su espíritu.
Agradeció a SurfTapa por brindar esta experiencia única a todos los niños del IMSS que enfrentan la enfermedad y atraviesan procesos de quimioterapia.
Reconoció el impacto emocional positivo que estas experiencias tienen en los niños, como el caso de Maximiliano, quien encontró en el surf una fuente de alegría y motivación para seguir adelante.
Marbella hizo hincapié en la necesidad de crear conciencia sobre la importancia de la detección temprana del cáncer infantil. Ella instó a las familias a estar alerta ante cualquier síntoma preocupante y a buscar atención médica de inmediato.
Maximiliano Giménez Velázquez, de ocho años ha superado la enfermedad, mencionó que él solo había visto este deporte por la televisión y que se sintió muy nervioso al practicarlo, pero al realizarlo lo relajó mucho, “Lo que más me dio miedo fueron las olas, estuve nervioso y pensé que no lo iba a lograr, pero que ya estoy listo para practicar de nuevo e invitó a los demás niños a que practiquen este deporte que es muy bonito”, externó.
Finalmente, Maxi, agradeció a José su instructor que le enseñó este maravilloso y espectacular deporte en el que practica con otros 16 niños que son pacientes oncológicos del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Chiapas segundo lugar en mortalidad nacional por cáncer infantil
El año pasado Chiapas fue el segundo lugar en mortalidad por cáncer infantil a nivel nacional, solo por debajo de Campeche, que tuvo el primer lugar con una tasa de mortandad de 6.3 por cada 100 mil habitantes.
Chiapas le siguió de cerca con una tasa de mortalidad de 6.2 por cada 100 mil habitantes, seguido por Aguascalientes, Colima y Tabasco, de acuerdo a los datos del Registro de Cáncer en Niños y Adolescentes (RCNA).
Al respecto, James Gómez Montes, director médico del Sanatorio Muñoa, mencionó que el cáncer infantil es una enfermedad costosa de tratar, lo que representa un desafío adicional para las familias chiapanecas que vienen enfrentando dificultades económicas desde la aparición de la pandemia.
“Es evidente que se necesitan acciones urgentes para abordar esta problemática y garantizar que todos los niños en Chiapas tengan acceso a diagnósticos tempranos, tratamientos efectivos y cuidados integrales”, expresó.
Añadió que la colaboración entre el gobierno, las instituciones médicas y la sociedad civil es fundamental para implementar políticas y programas que puedan mejorar la prevención del cáncer infantil.
Precisó que la alta tasa de mortalidad por cáncer infantil en Chiapas refleja la urgente necesidad de fortalecer los servicios de salud y mejorar el acceso de atención médica de calidad para todas los infantes que padecen este tipo de enfermedad.
“Se necesita un programas de detección temprana, capacitación del personal médico en el manejo del cáncer pediátrico y la disponibilidad de tratamientos adecuados y accesibles para las familias de escasos recursos en todo el territorio nacional”, reiteró.
Señaló que el estrés de los tratamientos y la preocupación por el bienestar de los menores pueden tener un impacto significativo en la salud mental y emocional de todos los involucrados: doctores, amigos y familia.
Puntualizó que para abordar esta crisis de salud pública en Chiapas y el país, es necesario un enfoque integral que abarque la prevención, el diagnóstico y el tratamiento del cáncer infantil adecuados para reducir las estadísticas de mortalidad.