La educación especial se transfigura en una especie de voluntad únicamente de los maestros, pero no así de las autoridades, quienes no han invertido para ofrecer un panorama de estudios, que les permita a los jóvenes con diferentes discapacidades y sus familias, encontrar una opción para desarrollarlos y volverlos independientes, en la medida de lo posible durante la pandemia del Covid-19.
De acuerdo a datos del Inegi, en México residen 29.3 millones de niñas, niños y adolescentes de 5 a 17 años, que representan 23.4 por ciento del total de la población del país y de las cuales 2.0 por ciento, es decir, 580 mil 289 personas son considerados población con discapacidad.
En Chiapas, para estos niños y jóvenes, la opción de estudiar la educación básica, acorde a sus discapacidades, es a través de tres servicios, denominados Centros de Atención Múltiple (CAM); las Unidades de Servicios de Apoyo a la Educación Regular (USAER) y otro servicio que es de orientación ubicado únicamente en Tuxtla Gutiérrez, pero ahora su aprendizaje está detenido, informó el Supervisor de la Zona Escolar 11 de Educación Especial, Floricel Santizo Velázquez.
Indicó que los niños con capacidades diferentes son los más afectados ante la modalidad de Aprende en Casa, ya que por sus condiciones necesitan mayor énfasis de trabajo, los cuales no reciben sentados frente al televisor.
Dijo que no todos los municipios de Chiapas cuentan servicios educativos, incluso, se podría considerar que, en la mayoría de ellos, los niños y jóvenes con discapacidad no tienen el acceso a la educación básica, por lo que, las familias hacen un esfuerzo por trasladarlos hacia los lugares donde están las instituciones que imparten este tipo de educación.
Santizo Velázquez agregó que en el estado hay 13 zonas escolares de educación especial; en la zona 11, de esta región, hay 4 CAM y 4 USAER, donde se atendieron a 773 niños y jóvenes con diferentes discapacidades en el ciclo escolar pasado, justo antes de comenzar el confinamiento por la pandemia.
Mencionó que los maestros que se desempeñan en brindar la educación especial, son los más comprometidos y con mayor voluntad para desarrollar esta labor titánica, incluso en ocasiones, más que los mismos familiares, por lo que es fundamental que las autoridades educativas hagan el esfuerzo para mejorar las condiciones de infraestructura en cada uno de los espacios donde laboran.
Detalló que estos centros de servicios de educación especial se atienden a niños y jóvenes con discapacidades visuales, sordos, con discapacidad intelectual, motriz, con autismo, con daño cerebral, y en cada caso se requiere de una atención especializada, para lograr que estos niños concluyan su educación básica.
Puntualizó que en el desempeño docente no existen barreras para lograr los objetivos educativos, sino que el impedimento para desarrollarse viene de afuera, de las autoridades y de la sociedad que no han visibilizado el problema y les niegan el acceso en la infraestructura pública como en las calles, estacionamientos, y además hay pocas oportunidades para emplearlos.