Como una apasionada de su profesión y encantada de poder transmitir a sus alumnos conocimientos, pero sobre todo contribuir en el desarrollo como persona de los jóvenes, es como se considera la profesora, Rosa Herminia Wong Villareal, oriunda del municipio de Mazatán.
Es maestra del nivel secundaria desde el 2000, años en el que asegura, ingresó a la docencia por accidente, ya que sin contar con la licenciatura ocupó un interinato como maestra de inglés en una escuela del Ejido Álvaro Obregón, sin embargo, con dedicación y esfuerzo logró culminar la licenciatura en Pedagogía.
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Desde hace 23 años, la profesora Rosa Herminia ha estado impartiendo su cátedra en los salones de clases, y pese a enfrentar situaciones difíciles durante su servicio en la docencia, cada día desempeña su labor con mucha dedicación.
Actualmente es profesora en la secundaria Lic. "Salomón González Blanco", en el municipio de Mazatán, lugar donde ha contribuido en formar generaciones de estudiantes, que ahora muchos son profesionistas, "Nosotros somos como escultores que vamos puliendo a los jóvenes, para que con las enseñanzas y nuevos conocimientos se preparen académica y profesionalmente para que a la postre aporten cosas buenas a la sociedad", abundó.
Su mayor pasión todos los días es estar contacto con los niños, a pesar de que de vez en cuando haga algunos corajes, aseguró, de manera singular y con una sonrisa en el rostro.
Dijo que su día inicia desde muy temprano, ya que además de ser profesora también es madre de familia, por lo que desde las 5 de la mañana se levanta a realizar labores en casa y posteriormente de dirige a su centro escolar en Tapachula y en la tarde tiene que retornar a Mazatán, a su segunda escuela.
Son más de 12 horas del día que pasa frente a grupos de alumnos impartiendo sus enseñanzas y en actividades educativas, sin embargo, la labor docente implica mayor tiempo, ya que tiene que realizar su planeación de sus cátedras, lo que implica dedicar mayor tiempo.
"En estos 23 años de servicio tengo muchas experiencias maravillosas que he vivido, pero me encantó lo que viví con una de mis alumnas, quien me entrego una pintura elaborada por ella misma, en donde me externó que era la mejor maestra del mundo", sostuvo.
La profesora Rosa Herminia narró que venía atravesando un momento de desánimo profesional, pero ese detalle generó un impacto positivo en su vida, al considerar que su labor en bien vista por sus alumnos.
"No me equivoqué de elegir esta profesión, soy feliz al estar todos los días con mis alumnos en las aulas, y si alguien me diera la oportunidad de elegir un trabajo, nuevamente volvería a decidir ser maestra", acotó.