Carlos M. Salas nació y creció en Tapachula, Chiapas. Desde joven mostró interés por la comunicación, lo que lo llevó a estudiar la licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la Universidad Salazar. Al finalizar, decidió seguir su pasión por el cine y se trasladó a la Ciudad de México, donde se formó en la Asociación Mexicana de Cineastas Independientes (AMCI) a mediados de la década de 2010.
En una entrevista exclusiva para Diario del Sur, Salas relata que, tras completar su especialidad en cine, regresó a Tapachula para ayudar a sus padres y comenzó a trabajar como docente en varias universidades. Desde 2014 hasta 2017, se dedicó a la enseñanza, pero su sueño de ser cineasta lo llevó de nuevo a la CDMX a principios de 2018. Allí, un viejo amigo lo contactó para hablar sobre nuevos proyectos en TV Azteca, donde trabajó como continuista en el spin-off de Más allá del miedo, parte de la popular serie Lo que la gente cuenta, que relata leyendas de terror.
A partir de entonces, su carrera despegó, participando en producciones de cortometrajes nacionales financiados por IMCINE y EFiCINE, así como en proyectos privados y comerciales. Sin embargo, la pandemia en 2020 detuvo su trabajo en rodajes, lo que lo llevó a mudarse a Monterrey, donde actualmente reside. En 2021, colaboró en la película Yo soy Bernabé, dirigida por un cineasta dominicano, lo que lo consolidó en la industria del estado. Junto a un compañero, fundó su propia casa productora, Roundback Media, enfocándose en producciones empresariales. En 2023, decidieron dar un giro y comenzar a trabajar en proyectos propios de ficción, su género preferido además del terror.
Al preguntarle sobre la dificultad de hacer nuevas películas de miedo y los clichés en el género, señaló: “Una de las cosas que uno debe aceptar es que casi todo ya está escrito; es poco lo que puedas crear algo desde cero. Pero es importante saber manejar todos esos detalles, saber cómo jugar con el cliché y buscar la forma de darle la vuelta. Es saber que existen los clichés, cómo funcionan y por qué funcionan, y con base en eso saber si usarlos o darles la vuelta”.
Para su cortometraje No Nacido, se enfocó en sembrar el miedo poco a poco. “Yo soy más de irlo construyendo con la atmósfera; como dicen los genios del cine, es como una liga, debes ir tensando”. También mencionó que el desarrollo del cortometraje comenzó con la locación de una plaza vacía y húmeda cerca de su casa. Desde ahí, la historia tomó forma, evolucionando hasta abordar el tema del aborto espontáneo, con un monstruo como cruda alegoría. Inspirado por la danza Butoh y los cuadros de Aleksandra Waliszewska, buscó retratar el sufrimiento del "No Nacido", una entidad cuyo cuerpo fue destruido al materializarse en nuestro mundo.
El cortometraje cuenta con un talentoso elenco que incluye a Isabel Garza como María, guardia de seguridad y Pablos Becerra como El Ente. La música de Emily's Purple House aportó los matices a los personajes y a la tragedia de María. El rodaje, realizado en dos noches intensas, fue una carrera contra el tiempo, pero el compromiso y excelencia del equipo hicieron de este desafío una experiencia gratificante. En la parte técnica de la fotografía, Salas optó por mantener la ambigüedad del ente o monstruo del corto destacando la importancia de revelar su presencia sin mostrar su rostro. “Me encantó la idea de dar a entender que estaba ahí, pero no se mostraba, jugando con las luces y el ambiente”, explicó.
Al preguntar sobre cómo es contar una historia bien estructurada en un corto de 7 minutos, señala que ha tenido mucha práctica en ello. Para este cortometraje, que lo llevó al Festival de Morelia, resultó de una búsqueda de locación para fotografía urbana. Tras hablar con los encargados, recibió una invitación abierta a usar un espacio de forma gratuita cuando quisiera. Fue en ese mismo momento que le llegó la idea de realizar un corto. El primer tratamiento era “nefasto”, asegura; era algo muy sencillo sobre una persona que iba de compras y se encontraba con “algo”. De ahí desmenuzó la historia para lograr el personaje de la guardia de seguridad. Justamente en esa época, por otros escritos que estaba desarrollando sobre el tema de maternidad, conectó el tema con su corto de terror.
En 3 palabras, el comunicólogo describe su obra como “analogía y aborto espontáneo”, destacando así los temas centrales que aborda en el film.
No Nacido llegó al Animal Film Fest, siendo el primero en aceptar el corto que habían enviado a varios festivales intentando entrar. Salas señala que su experiencia en el evento fue muy grata, y su cortometraje se presentó al segundo día de los tres del festival. “No me sentía nervioso, sino hasta el momento de presentar mi obra. Esta sería la segunda ocasión que lo presentaba al público. La primera fue al finalizar y se presentó entre el equipo y familiares”, comparte.
“Estar atento a las reacciones de un público que no te conoce me hizo sentir nervioso, pero me encantó ver las reacciones, donde el público se entregó al corto. Cumplió su objetivo, por lo que quedé satisfecho con la producción”, agrega. Además de lo agradable, lo que más se lleva fue conocer a más directores, entre los que inician y los que ya tienen tiempo en el ámbito.
En adelante, Salas planea proyectar No Nacido en Tapachula y Tuxtla Gutiérrez para finales de diciembre. Hasta ahora, tiene un espacio en la capital chiapaneca y sigue en busca de un espacio en la Perla del Soconusco.
Carlos señala que el cine mexicano tiene un solo detalle que le preocupa: la exhibición. “De producción hay muchas, y ventanas como festivales para aprovechar, pero el detalle es que no hay exhibición de salas. Hay una batalla que no hemos librado bien; hay mucho conflicto, y las principales exhibidoras de cine no se arriesgan tanto. Hay algunas normativas de ley que les piden cierto porcentaje y demás, que no se respetan tanto. Para mí, creo que deberían tener consideración; es como decir: ‘ok, tengo el 100 % de salas, por lo menos un 20-30 % dedicárselo al cine mexicano’. Es cierto que muchas producciones nacionales que se comercian son de baja calidad, pero hay muchas otras que realmente no lo son; son joyas esperando ser descubiertas. Si existieran espacios permanentes para exhibición nacional, poco a poco se generaría mayor audiencia y habría mayor aceptación a lo local”.
El consejo de Salas a las nuevas generaciones de cineastas es que no tengan miedo a lo nuevo. “Dar el siguiente paso funciona. Creo que hay que dar un salto de fe y nunca es tarde para hacer cine. Busquen formas de hacerlo; hasta con un celular y tutoriales en YouTube pueden crear cortos. Estamos en el mejor momento para el cine independiente; hay muchas herramientas disponibles y ya se pueden conseguir cosas más fáciles con poco presupuesto. Algo importante es el ingenio, y el mexicano es ingenioso por naturaleza. Así que la práctica lo es todo”.
Para finalizar, el director de No Nacido señala que el corto debe hablar por sí mismo y que lo que tenía que expresar lo hizo a través de la película. “Espero que lo disfruten; es una pieza que se realizó con mucha pasión, cariño y esfuerzo por parte de muchas personas. Cualquier comentario o duda, pueden contactarme. Disfrútenlo, compártanlo y platiquen sobre él. Y si tienen la oportunidad de verlo en pantalla grande, no la desaprovechen.