Mensaje dominical el obispo de Tapachula Jaime Calderón Calderón deseó a todas las familias bendiciones y santificación para este nuevo año 2022, y rogó a Dios su cuidado para todas la población.

Dijo que para este año no es bueno pedir buena suerte, o un año de éxitos, ni siquiera feliz año, ya el discípulo de Cristo, el discípulo del niño de Belén, pide bendición, porque deriva lo anterior y una especial fortaleza en todo momento que la vida presente, sean fáciles o difíciles, duros o suaves, alegres o dolorosos, sencillo o indescifrables.

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Expresó su gratitud por el notable ejemplo que las comunidades parroquiales han dado durante la crisis migratoria que se ha vivido desde hace años, pero que en 2021 se agudizó por diversos factores, lo que calificó como una verdadera epifanía de amor a Dios y al prójimo.

Durante la celebración de la Epifanía del Señor, señaló que brillar sobre, hacer brillar algo o a alguien por la presencia de una luz esplendorosa, es la realidad retratada por la palabra epifanía que también significa aparecer a alguien o hacerse presente.

Indicó que unos magos de oriente son la imagen de una humanidad que busca al Señor, leyendo bien los signos de los tiempos, ya que ellos retratan una nueva realidad en la que la salvación se abre a una dimensión universal.

Por otro lado, detalló que en el marco de la 55 jornada mundial por la paz, el Papa Francisco propone en su mensaje anual el camino para construir una paz duradera, en la que resalta que los jóvenes la experiencia existencial, sapiencial y espiritual de los mayores y los mayores necesitan el apoyo, afecto, creatividad y el dinamismo de los jóvenes.

"Si podemos practicar este diálogo intergeneracional en medio de las dificultades podremos estar bien arraigados en el presente y desde aquí frecuentar el pasado y el futuro, frecuentar el pasado para aprender de la historia y sanar las heridas que nos condicionan y frecuentar el futuro para alimentar el entusiasmo y para germinar sueños", abundó.