El obispo de Tapachula Jaime Calderón Calderón, hizo un llamado a los padres de familia y maestros a redoblar esfuerzos en este nuevo ciclo escolar 2022 - 2023 y pasar de la emergencia educativa a la acción conjunta por el bien de los miles de alumnos de esta región y de todo el país.
Dijo que es necesario una acción conjunta para lograr la transmisión de valores esenciales que le den sentido a la vida y haga de las nuevas generaciones protagonistas de la construcción de una nueva sociedad, ya que en la educación se encuentra la semilla de la esperanza de un mundo más fraterno solidario, justo y pacífico.
Señaló que comenzar un nuevo ciclo escolar, es precisamente la oportunidad que no se debe dejar de pasar, ya que son tiempos de pactos, de alianza, de tejer redes, de renovar mentalidad y corazón, porque los niños, las niñas, los adolescentes, las y los jóvenes tienen que ser el centro de la vida de una nación.
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Índico que si bien el país está confrontado, polarizado, con intereses de grupos, por lo que no es el terreno fértil para sembrar semillas de esperanza en el corazón de las nuevas generaciones a través del campo educativo, sin embargo, es necesario no perder la oportunidad histórica.
Detalló que los maestros y padres de familia deben de asumir el compromiso, de acción y de dirigir las mentes, corazones y manos de todos hacia la educación formal, informal y no formal, ya que hay grandes desafíos y retos en todos los campos de la vida del país.
El obispo, puntualizó que la educación de los nuevas generaciones no puede minusvalorarse, por lo que todos los esfuerzos, los recursos, las mejores personas y profesionales, las estructuras organizativas eficientes, lo mejor del país tiene que reorientarse a la educación.
"No se puede comprometer el futuro de un país, la vida de las nuevas generaciones con decisiones de mirada corta y miope, con acciones débiles o claros mensajes de instrumentalización política y aseguramiento de poder" abundó.
Finalmente invitó a todos al compromiso cercano y sostenido hacia una educación seria, vigorosa, llena de amor y esperanza, uniendo esfuerzo con todos los actores de la vida social, cultural, académica, religiosa y económica y deseó muchos éxitos a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes ante el nuevo ciclo escolar.