En la primer misa del 2023, la iglesia católica hizo un llamado a vivir un año de amor, de cercanía al prójimo y que se pongan los propósitos de este año 2023, el cual está iniciando en manos de Dios.

Jaime Calderón Calderón, obispo de Tapachula, mencionó que todo principio tiene un final y todo final su recomenzar por lo que pidió caminar con confianza para dar lo mejor de uno en este año que está empezando.

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“Pongamos en las manos de Dios nuestras intenciones, necesidades sueños, ilusiones y proyectos que tengamos para este 2023, ya que el año que terminó no fue en alguno aspectos lo mejor”, mencionó en su mensaje dominical.

Añadió, “este año que se inicia se tiene la oportunidad de pedir perdón, reconocer nuestras faltas, así como errores, pidamos misericordia del padre por los pecados que hemos cometido”.

Pidió que Dios conceda la gracia de reconocer este año que empieza y que se camine tomado de las manos de la fuente de vida, para vivir con alegría este 2023 que apenas comienza este domingo 1 de enero.

“La vida en su verdadero sentido no la tiene uno solamente para sí, tampoco sólo por si mismo; es una relación y la vida entera es una relación con quién es la fuente de vida. Si estamos en relación con aquel que no muere, que es la vida y el amor mismo entonces estamos en la vida”, abundó.

Llamó a la familia diocesana a que este año 2023, se aproveche con todo el corazón, con toda la mente y fuerzas para convertirse en bendición para todos los que nos rodean en este año que está iniciando.

“Que la bendición de Dios nos ayude a construir la mejor versión de nosotros mismos. Abramos nuestra persona entera a las acción de Dios que nos haga afrontar y vivir este 2023 con el espíritu cristianos lleno de esperanza” externó.

Finalmente, les desea a todos feliz y bendecido 2023, que los abracé con la fe de Dios y los acompañe a lo largo de este año que apenas esta iniciando.