Ante la detención de sacerdotes en el país de Nicaragua, el obispo de Tapachula, Jaime Calderón Calderón, pidió a los fieles acompañar a los hermanos e hijos de Dios que sufren persecución a causa de la fe.
Dijo que la iglesia no puede venderse a los poderes del mal, ni a ninguna ideología política, ya que el único referente al que responde la iglesia es al evangelio, por lo que lamentó la situación por la que atraviesa la iglesia que peregrina en Nicaragua.
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El obispo hizo referencia al pasaje que se encuentra en Lucas 12:49, "he venido a traer fuego a la tierra y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo", cuyas palabras del señor se encarnan en la realidad que vive la iglesia que peregrina en Nicaragua.
Señaló que el mensaje del señor es un mensaje que trae fuego que desenmascara las estructuras del mal y de la violencia, ya que este fuego conduce siempre a la iglesia convertirse en signo profético de denuncia pacífica.
"Les pido que acompañamos con la oración a nuestros hermanos que sufren la persecución por causa de la fe, pidamos también por las autoridades nicaragüenses para que detengan el asedio y la persecución de ese hermano pueblo católico y que este testimonio de fe también nos edifique y aliente a todos" abundó.
Por otro lado también habló acerca de la deuda ecológica que los países desarrollados tienen con los países pobres, de donde obtienen materia prima acosta de la explotación desmedida de sus recursos naturales.
Indicó que participan también de esta deuda ecológica quienes de manera individual se dejan seducir por la novedad de productos desechando los todavía útiles, ya que este consumismo de novedades es una tendencia nociva que produce mayor explotación de los recursos naturales con el afán de producir.