Obras de gran inversión se encuentran en el olvido en Tapachula

Obras anunciadas con impacto nacional e internacional por expresidentes de México, millonarias inversiones que terminaron en dinero extraviado o nunca ejecutado

Eduardo Torres | Diario del Sur

  · jueves 19 de agosto de 2021

El rastro está en completo deterioro/ Foto: Eduardo Torres | Diario del Sur


Obras anunciadas con impacto nacional e internacional por expresidentes de México, millonarias inversiones que terminaron en dinero extraviado o nunca ejecutado de manera integral en proyectos de beneficio ciudadano y productivo. El sur de Chiapas está repleto de estos fantasmas edificados con mentiras y corruptelas que en la actualidad ninguna autoridad rescata o investiga.

Desde Unión Juárez hasta Huixtla, los cimientos de rastros, procesadoras de café, plantas de tratamiento y otras fábricas, se desmoronan en medio de un sombrío pasado y sin un posible futuro, pese a que hubo mucho dinero de por medio que pudo haber ido a parar a los bolsillo de algunos cuantos.


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Las obras fantasma que embrujan a varios municipios de la frontera sur, están postergadas en el tiempo, con instalaciones desmanteladas, empolvadas y estructuras en completo deterioro.

El abandono de estas grandes industrias de distintos ramos, también tiene secuelas sobre la población que, por azares de la vida, le ha tocado habitar en las inmediaciones de las mismas.

Diario del Sur enlistó las principales obras que se han convertido en elefantes blancos, repletos de corrupción y anomalías.


El rastro Frigorífico


El kilómetro 145 de la ruta federal Villa Comaltitlán parece embrujado. Justo en ese perímetro, una enorme construcción polvorienta, destrozada y habitada por personas desconocidas, da el aspecto tétrico por las noches y completa desolación cuando el sol asombra.

En ese extenso terreno fue construido el rastro frigorífico durante gobierno estatal que encabezó Patrocinio González Garrido, durante los años 90, cuando era presidente de la república Carlos Salinas de Gortari.

Dicho rastro, según informó el gobierno estatal en aquel entonces, serviría para sacrificar 200 reses a diario para consumo de la región, estado y país.

Pero todo quedó en una promesa y se han cumplido más de dos décadas de abandono, mientras que en el interior ya es poca la maquinaria que queda y que nunca trabajó para el sacrificio de ganado proveniente de municipios de la Costa y otras regiones de la entidad.


Enorme construcción polvorienta, destrozada y habitada por personas desconocidas. / Foto: Eduardo Torres | Diario del Sur


Este rastro definitivamente sería el más grande en Chiapas, su estructura fue construida con maquinaria pesada, pero a largo plazo fue una mala inversión de la iniciativa privada y el gobierno, convirtiéndola en una obra “fantasma” en la que nunca se sacrificó ni un animal.

El equipo de Diario del Sur se acercó a las instalaciones que están camufladas por la maleza. Allí la maleza es espesa, los cristales están rotos y sólo se escucha el chillido del viento intermitente, que demuestra el abandono total y el despilfarro de dinero para esta obra, en la cual se invirtieron más de 70 millones de pesos.

Durante el sexenio de Vicente Fox y el gobierno estatal de Pablo Salazar Mendiguchia, este último proveniente de un gobierno aliancista, intentaron reactivar el proyecto en el que anunciaron una millonaria inversión, recurso que “desaparecieron”, puesto que sólo fue el corte del listón de la reinauguración y siguió sin funcionar.


La sombra de la Textilera


La empresa Textiles de Huixtla abrió sus puertas en 2003, cuando gobernada Vicente Fox Quezada en México y Pablo Salazar en Chiapas. En la administración municipal despachaba Ignacio Márquez Flores en Huixtla, los tres autores de este proyecto con el cual se anunciaron tres mil empleos, de los cuales 80 por ciento serían asignados a mujeres de la región, con sueldos similares a los de la frontera norte.

De esta forma se instalaron casi mil 500 máquinas de costura dentro de las bodegas que dio en comodato la empresa Tabamex.

Sin embargo, las denuncias por maltrato y hostigamiento de los jefes de áreas de esa empresa a las empleadas, fue uno de los factores por los cuales muchas comenzaron a desertar, aunado a la caída de los sueldos luego de que las prendas comenzaran a maquilarse Coahuila y llegaran a Huixtla sólo para costurarse.


Se instalaron casi mil 500 máquinas de costura dentro de las bodegas. / Foto: Eduardo Torres | Diario del Sur


Con el paso del tiempo, la empresa privada que había sido apoyada por los gobiernos en mención, decidió levantar toda su herramienta y cerró puertas, pues acusaron al gobierno federal de Fox y Pablo Salazar de no tener visión en sus proyectos.

Las instalaciones quedaron en el abandono, convertidas en un proyecto "fantasma" en el cual se derrocharon millones de pesos.

En la actualidad, la empresa privada Arnecom, que se dedica a ensamblar piezas automotrices, se encuentra instalada precisamente en una de las naves que ocupó la textilera, mientras que el Ayuntamiento tiene un taller mecánico la actual administración.


La textilera ahora es bodega de autopartes y de vehículos oficiales/ Foto: Eduardo Torres | Diario del Sur


Marchita la torrefactora


La construcción del inmueble donde se albergaría una torrefactora en el municipio de Unión Juárez en 2009, actualmente se encuentra convertida en un elefante blanco y motel de paso.

El lugar permanece cerrado y al interior no existe maquinaria de alta tecnología para procesar café. Bueno, ni siquiera hay café, tal y como ofreció el ex gobernador Juan Sabines Guerrero a mas a 750 caficultores de la toda la región Soconusco en sus zonas altas.

Durante su visita por este municipio enclavado en las faldas del Volcán Tacaná, el ex gobernador Sabines Guerrero, hoy actual cónsul de México en Orlando, Florida, anunció una inversión de 25 millones de pesos para la construcción de una torrefactora, como alternativa para mejorar la economía de este municipio.



La torrefactora en Unión Juárez nunca funcionó/ Foto: Eduardo Torres | Diario del Sur



Sabines Guerrero estableció que sería un proyecto integral, pues se convertiría en una empresa con la maquinaria necesaria para el procesamiento del café, desde secadoras, centros de acopio, torrefactora, área de etiquetado y envasado, camiones para su distribución, entre otros.

Además, dijo, contaría con certificación, razón social y respaldo jurídico. Se implementaría un plan de mercadotecnia para la apertura en mercados nacionales e internacionales, sin embargo, hoy se comprueba una farsa más de ese sexenio.


El lugar permanece cerrado y al interior no existe maquinaria de alta tecnología para procesar café. / Foto: Eduardo Torres | Diario del Sur


En ese tiempo durante la administración del alcalde panista Jaime Antonio Valiente Chun, se le pidió que destinara 200 mil pesos para la compra del terreno ejidal, con una medida de una hectárea para la construcción de la mencionada torrefactora de café. La condición que puso en ese entonces Juan Sabines fue que su gobierno destinaria 25 millones de pesos, mientras que el gobierno municipal le correspondería la aportación para la certificación legal ante Hacienda y la compra del terreno donde seria construida dicha empresa.

La Comisión Para el Desarrollo y Fomento del Café en Chiapas (COMCAFE) avaló y autorizó que se destinaran 25 millones de pesos para la construcción de la empresa, a pesar de que solo exista un cajón como bodega y un cuarto anexo que según fungiría como oficina administrativa. También destinó 750 mil pesos, sin que nadie explique a la fecha el destino de los supuestos 25 millones que asignó el gobierno sabinista.


El biodiesel invisible


Un solitario hombre dormita en una caseta de vigilancia por algo estrecha y pequeña, mientras a sus espaldas descansa una construcción de la cual hasta la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue testigo durante su anuncio de construcción en el mandato de Juan Sabines Guerrero.

En noviembre de 2010, durante el mandato de Felipe Calderón Hinojosa y en su vigésima gira de trabajo por Tapachula, el ex mandatario federal presumió una planta de biocombustible que nunca operó, inversión exclusiva para usarla en la foto oficial.

En ese entonces se anunció que este recinto tendría capacidad de 100 mil litros de combustible y una inversión de 39 millones de pesos, recurso tirado a la basura, pues nunca operó e convirtió en un “elefante blanco”.


Se desmorona la planta que nunca produjo biodiesel/ Foto: Eduardo Torres | Diario del Sur


La procesadora localizada sobre la carretera Tapachula – Playa Linda, serviría para transformar el piñón en combustible para camiones, sin el inconveniente de contaminar. El biodiesel sería suministrado a los camiones denominados tapachultecobus, los cuales apenas en días pasados fueron dictaminados como un fracaso y que saldrían de circulación en la localidad.

La inoperancia de la planta de Biodiesel ha sido evidente, tanto que en las inmediaciones se puede apreciar la presencia de maleza, lámparas inservibles, además del resto de equipo que no se utiliza, a pesar que la intención del gobierno de Chiapas era reconvertir 220 mil hectáreas con plantaciones de todas las especies, lo que generaría una derrama económica de entre 12 mil y 14 mil millones de pesos de producción en el campo chiapaneco, objetivo efímero que nunca se cumplió.


Planta de Ajonjolí


Más de ocho millones de pesos se fueron a la basura con la Planta de Beneficio de Ajonjolí, más conocida como “Esticulizadora".

Esta planta sólo funcionó un año y ese tiempo bastó para que sus directivos hicieran dinero a costillas de los más de mil productores de ajonjolí, que adquirieron acciones de 1000 pesos cada una y que solo fueron engañados.

La empresa con recursos gubernamentales se ubica en el cantón Corralitos, dentro del municipio de Mazatán, y se creó para beneficiar a un promedio de mil productores, porque al adquirir acciones de a mil pesos por socio, solo fue para engordar más la bolsa de los directivos que encabezaban Eduardo Olvera y familia.


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Este beneficio de ajonjolí fue abierto en 2003, durante el sexenio de Pablo Salazar Mendiguchía y alcalde Orlando Cigarroa González.

Sólo la construcción de la bodega y el terreno tuvo un costo de 3.5 millones de pesos. Aunado a esta inversión, la maquinaria costó 4 millones de pesos, lo que solo les sirvió un año ya que a partir del 2004, esta empresa gubernamental administrada por la directiva presidida por Eduardo Olvera, mantuvo en el olvido las maquinarias que por falta de uso se han vuelto obsoletas.



Terminal de cortos recorridos en Cacahoatán


El 9 de enero de 2017, el entonces gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello, inauguraba la terminal de cortos recorridos en la cabecera municipal de Cacahoatán, obra en la que se invirtieron 30 millones de pesos, según el mismo gobierno estatal de ese sexenio.

La edificación que agruparía a los transportes colectivos que trasladarían a cientos pasajeros hacia municipios como Tapachula, Unión Juárez, el puerto fronterizo Talismán, Tuxtla Chico y decenas de comunidades aledañas a este punto, ha sido desde entonces una obra edificada pero nunca echada a andar, en medio de irregularidades que hasta entonces ninguna administración municipal ha podido solventar.


La terminal de cortos recorridos nunca fue habilitada/ Foto: Eduardo Torres | Diario del Sur


Han pasado cuatro años y cuatro meses desde que el edificio fue concluido e inaugurado. Según el reporte de la secretaría de transporte en Chiapas, la construcción cuenta con 28 andenes, estacionamiento, sala de espera, taquillas, cafetería, locales comerciales y dos casetas de vigilancia que darían seguridad a pasajeros y choferes, así como personal administrativo.

Está convertida en un muladar. Ahora es un sitio de refugio para adictos a las drogas y el alcohol, así como mundanos que vagan y encuentran en este sitio un techo para poder dormir.

Al interior de la nave principal, el techo presenta ya algunas filtraciones de agua que van a parar directamente a la sala de espera y daña mobiliario.