En su mensaje dominical el obispo de Tapachula, Jaime Calderón Calderón externó su preocupación ante la ola de violencia que se vive en municipio de la Sierra de Chiapas, cuya situación mantiene atemorizadas a las familias.
Dijo que los recientes hechos que han sido noticia nacional y que provocan temor en la zona ante una serie de eventos que manifiestan lo que se llama e identifica como una descomposición en el tejido social.
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Señaló los robos, violencia, bloqueos carreteros, levantones o desaparición de personas, cobro de piso y narco bloqueos anteriormente solo eran ubicados en las lejanías de las tierras sureñas, sin embargo, poco a poco estas acciones van siendo reiterativas y convirtiéndose en el pan cotidiano.
Detalló que desde hace muchos años los obispos que sirven a esta gran nación mexicana han venido alertando sobre el ambiente violento que se va apoderando de los pueblos como una especie de cáncer que lástima a las familias.
“Especialmente analizamos esta situación en el año 2010 en el que se publicó un documento llamado -Que en Cristo nuestra paz tenga vida digna-, en el que se han publicados todos estos fenómenos sociales como un problema de salud pública", abundó
Agregó que en comunicados pasados él lo ha señalado, pero hoy cuestiona y hace extensiva la inquietud a los hermanos y hermanas de buena voluntad, y no solo de quienes profesan la misma fe, ¿será posible que dejen que esta situación ahogue la vida de un pueblo y atemorice?
Finalmente pidió a Dios su ayuda para entender que la ola de violencia es un problema de todos y que la solución también está en todos, pero, sobre todo que las autoridades no minimicen la situación y trabajen a favor de la paz de las familias.