El Colectivo de Monitoreo – Frontera Sur, denunció público actos de hostigamiento, intimidación y perfilamiento racial perpetrados por la elementos de la Policía Estatal en Tapachula hacia personas defensoras de derechos humanos.
Las organizaciones señalan que estas acciones, documentadas en el incidente del pasado miércoles 21 de febrero, donde colaboradores del Servicio Jesuita a Refugiados México (JRS) fueron sometidos a una verificación arbitraria, reflejan una preocupante tendencia de abuso de poder por parte de los uniformados de la Secretaría de Seguridad y Participación Ciudadana de Chiapas (SSyPC).
Acusaron que este comportamiento no solo socava la labor vital de quienes defienden los derechos humanos en la frontera sur de México con Guatemala, sino que también perpetúa un clima de miedo e inseguridad para las comunidades migrantes y refugiadas en la región.
Pidieron que se investiguen a fondo estos casos y se tomen medidas concretas para garantizar el respeto a los derechos fundamentales de todas las personas, sin distinción de origen o estatus migratorio para evitar este tipo de abusos de las autoridades encargadas de velar por la seguridad de todos.
Explicaron que tres compañeras/os del Servicio Jesuita a Refugiados México (JRS), organización integrante del Colectivo de Monitoreo – Frontera Sur, fueron verificados de manera arbitraria por elementos de la Policía Estatal en Tapachula, en las inmediaciones de sus oficinas. El alto y la revisión fueron resultado de la práctica de perfilamiento racial.
Detallaron que los argumentos utilizados por los oficiales para cuestionar al compañero haitiano fueron: que son autoridad, que hay una persona con una orden de aprehensión que se parece a él, que tienen la facultad y el mandato de detener a cualquier persona “indocumentada” y que era una verificación de rutina.
Señalaron que la Policía Estatal no está facultada para realizar verificaciones migratorias ni para realizar detenciones sin motivos previos e fundados como lo pretendían hacer.
Puntualizaron que en todo momento, los elementos de la Policía Estatal asumieron una actitud intimidatoria y de hostigamiento hacia la/los colaboradores del JRS, particularmente hacia el compañero de nacionalidad haitiana, replicando discursos racistas, xenófobos y criminalizantes contra las personas migrantes y con necesidades de protección internacional.