El Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova A.C. organizó un taller de graffiti en Tapachula, facilitado por Alber Ticci, un artista originario de Cuautla, Morelos. Este taller tiene como objetivo principal reconocer la técnica del graffiti y proporcionar a los participantes las herramientas necesarias para plasmar sus ideas y expresiones.
Alber Ticci, conocido por su estilo orgánico y sus representaciones de la naturaleza, ha presentado su obra en diversos festivales locales, nacionales e internacionales. Durante el taller, se enseñó el uso de diferentes tipos de válvulas y aerosoles, ofreciendo a los asistentes una visión práctica sobre cómo emplear estas herramientas en la creación de obras gráficas.
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El graffiti, que históricamente ha sido asociado con el vandalismo o actividades marginales, ha evolucionado para ser reconocido como una forma legítima de expresión artística. Este taller permitió a los participantes explorar esta estética, que abarca desde la creación de personajes y lettering hasta obras más complejas que alcanzan el realismo.
Con una duración de tres días, del lunes 26 al miércoles 28, el taller ofrece a jóvenes, niños y niñas la oportunidad de aprender y perfeccionar sus habilidades en el arte del graffiti. Alber Ticci, quien ha tenido la oportunidad de participar en eventos internacionales, compartió sus conocimientos y experiencia adquiridos a lo largo de más de una década de trabajo en este campo.
Durante la pandemia, uno de los miembros del taller logró vender su obra de stencil, lo que le permitió obtener ingresos y sobrellevar el estrés del confinamiento. Este ejemplo ilustra cómo el arte puede ser una herramienta valiosa tanto para la expresión personal como para el sustento económico.
Desde sus inicios en 2009, Alber Ticci ha participado en numerosos eventos en diferentes partes de México, incluyendo Puebla, Oaxaca, Hidalgo, Reynosa, y la Ciudad de México, así como en países como El Salvador, Ecuador, Colombia y Perú. Recientemente, realizó un mural en el Museo Contemporáneo de Cuernavaca, que mide cinco metros de alto por 2.30 metros de ancho, completado en tres días.
Con este taller en Tapachula, Alber Ticci busca transmitir sus conocimientos a nuevas generaciones de artistas interesados en el graffiti, proporcionando un espacio donde puedan desarrollar sus habilidades y explorar nuevas formas de expresión.