El pasado fin de semana autoridades municipales dictaminaron el cierre de playas como medida preventiva por emergencia sanitaria por el Covid-19, situación que ha provocado un duro golpe en el bolsillo de los propietarios y trabajadores de palapas en Puerto Madero.
En este sentido, la representante de un grupo de palaperos, Nereyda Recinos Gutiérrez, afirmó que, la medida tomada por las autoridades les ha afectado fuertemente a quienes viven de la llegada de turistas, ya que no pueden comercializar sus platillos de pescados y mariscos.
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Dijo que, los palaperos que representa, han sido doblemente golpeados en este año, ya que hace más de un mes sufrieron la perdida de sus establecimientos tras el incendio registrado en la Plaza Madero y ahora con el cierre de las playas por el Covid-19, sus esperanzas de poder recuperarse económicamente se han esfumado.
Señaló que, en otros años esperaban con ansias la llegada de la Semana Santa, ya que representaba la temporada alta en venta en cuanto a ventas, lo que les permitía cubrir gastos con proveedores y el pago de servicios, sin embargo, ahora el panorama es preocupante, porque no tienen ni para llevar sustento a sus familias.
"Estamos viviendo momentos difíciles, no tenemos apoyo de ninguna dependencia gubernamental, prácticamente nos hemos visto obligados a recurrir a préstamos con alguna financiera para poder afrontar esta situación, ya que nosotras como comerciantes y jefas de familia vamos al día, pero ahora no poder obtener ingresos por nuestra actividad" sostuvo.
Aunque algunos propietarios desacatan las medidas preventivas y abren su comercios, de nada les sirve, ya que los visitantes no llegan a consumir alimentos porque están sabidos que las playas están cerradas por el tema de la emergencia sanitaria del Covid-19, por lo que no logran ni recuperar la inversión en insumos ni para el pago de empleados.
Para finalizar pidieron a las autoridades de los tres órdenes de gobierno establecer alguna estrategia para que los propietarios de palapas y trabajadores puedan ser susceptibles a apoyos o créditos y no dejarlos en la orfandad, ya que muchas familias dependen solo de esta actividad y al no estar funcionando, no tienen recursos ni para llevar el alimento a sus hogares. Piden
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