Desde el mes de diciembre de 2023 arrancó el funcionamiento del Club de Auxilio y Rescate de Chiapas A.C. (CARCH) comprometidos con valores de solidaridad, profesionalismo y entrega a la comunidad conformado por 15 elementos, entre los que destacan paramédicos certificados, bomberos, estudiante de medicina y enfermería. Su labor desinteresada y su formación constante reflejan el compromiso con la seguridad y el bienestar de los habitantes de Tapachula.
En el poco tiempo en que están operando en la ciudad y los alrededores, los integrantes del grupo CARCH han tenido una buena aceptación por parte de la ciudadanía, a pesar de que los únicos vehículos que tienen oficiales y rotulados son motocicletas junto con automóvil, sus chalecos de color verde fosforescente y las ganas por ayudar al prójimo ha sido la combinación perfecta que fueran bautizados como “Las Luciérnagas”.
En entrevista, Eduardo Vázquez Tovar, tesorero del club argumentó que se siente orgulloso de pertenecer a esta agrupación, ya que se da una atención voluntaria para salvar vidas, no todos los servicios son iguales, ya que a medida que indiquen vía radio sobre la situación se imaginan cómo van a empezar a atenderlo y revisarlo.
“Me da muchas razones para ayudar a las personas tanto en la vía pública como en el mismo domicilio, para atenderlos o hacerles una curación adecuada. Lo importante es apoyar en el momento”, puntualiza.
Este grupo de auxilio existe desde 1983, pero se constituyó como tal en 1996 y hasta el momento tiene 13 delegaciones en Chiapas que se mueven a través de sus propios recursos económicos.
Las alarmas que se generan a diario son: heridos con arma de fuego y blanca, riñas callejeras, algunos accidentes al interior de una vivienda o por alguna enfermedad. Lo ideal y destacable es que “Las Luciérnagas” se han sumado a la tarea de coadyuvar con los otros tres equipos de rescate, ya que sí se necesita todo el apoyo para poder atender a la población en un siniestro de gran dimensión.
La señora María Eugenia de la O de aproximadamente 85 años de edad, relató que tuvo un accidente en la zona Centro derivado de una caída, había policías alrededor, pero nadie sabía de primeros auxilios, solo se enteró que vía radio pidieron una ambulancia en repetidas ocasiones, pero no había solución alguna.
“Estaba muy nerviosa, me dolía todo mi cuerpo, entré en una crisis al ver que nadie me auxiliaba. A los lejos observé que transitaba una motocicleta de color azul con sirenas y luces, un sujeto de complexión robusta y con chaleco verde se acercó a mi, se presentó como paramédico del grupo CARCH, accedí para que me revisara, muy amable procedió a hacerme las curaciones necesarias y con ello ya me sentí más tranquila al saber que estaba con una persona profesional.
Le pregunté si le debía algo y me dijo que no cobran ni un solo peso porque están para servir a la gente”, expresó.
El CARCH también cuenta con un acta constitutiva, con permisos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel).
Leopoldo Antonio Figueroa Bonilla, delegado del CARCH argumenta que se sienten animados a pesar de que su función es ayudar sin pedir algún apoyo a la ciudadanía, no se realiza boteo en la vía pública, los integrantes absorben sus gastos, pero la función es brindar la atención.
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“Las puertas están abiertas para todos aquellos interesados que desean sumarse, aprender los primeros auxilios y todos los cursos para poder prestar el auxilio, pueden pedir informes al número 961-185-24-60”, argumenta.
Con ello, se espera que los cursos y actualizaciones estén presentes, lo que buscan es sumar en todo momento, por lo que “Las Luciérnagas Verdes” como ya fueron bautizadas por la gente, se llegue a complementar con los equipos de rescate, ya que están preparados para incendios y accidentes de vialidad.