Ante la falta de atención por parte de Tesorería del ayuntamiento de Tapachula, varios parquímetros que se encuentran en el centro de la ciudad, se ha convertido en verdaderos depósitos de basura, al no existir a la fecha ninguna propuesta para la reactivación de estos reguladores de tiempo para el estacionar de los vehículos.

Rubén González, comerciante del centro, informó que desde casi dos años los parquímetros dejaron de funcionar en la ciudad y aunque son opiniones divididas si realmente se necesitan nuevamente en uso, afirmó que si no van a ser utilizados otra vez, por lo menos que los quiten porque dan mala imagen.

Los parquímetros que fueron instalados a partir del año 2012, cumplieron su función desde el primer momento para dar un ordenamiento en los espacios para estacionar vehículos, y aunque hubieron opiniones divididas por la presencia de los policías de parquímetros, se tuvo un orden y tiempo en los vehículos estacionados, sin embargo el deterioro y el mal uso hicieron que se descompusieran durante la administración municipal pasada.

Bolsas de plástico y alimentos descompuestos son algunos de los residuos que la misma población ha dejado en los parquímetros, los cuales en su momento fueron importantes, por lo que también solicitaron a la población que no siga dejando su basura, ya que es algo que corresponde por cultura y educación.

Por su parte, el representante de los comerciantes del sendero peatonal, Roberto Alejandro García Zenteno, recalcó que activar los parquímetros sería una buena opción para el comercio formal del primer cuadro de la ciudad, primeramente para que exista un orden vial y evitar que las personas tarden más del tiempo indicado en lo que realizan sus actividades, por lo tanto darían oportunidad a otras clientes para que realicen sus compras.

Cabe señalar que en recorrido por este rotativo, se detectó que a la fecha no existe ningún parquímetro en función, los cuales según información de los mismos comerciantes del centro y automovilistas, dejaron de ser utilizados desde hace casi dos meses y lejos de ser funcional, se han convertido en verdaderos depósitos de basura de la gente con nula cultura de cuidado ambiental.