Rosa Karina Aguilar Ramírez, es una joven madre que ha tenido que superar muchos obstáculos en su vida para poder sacar adelante a su familia. A pesar de haber tenido que abandonar sus estudios de preparatoria por falta de recursos económicos, ella no se dejó vencer por las dificultades y decidió emprender un negocio en su casa vendiendo juguetes.
Fue gracias a un inesperado pedido de un cliente que Rosa encontró su verdadera vocación como payasita para eventos infantiles. Después de rentar una botarga para una fiesta de cumpleaños, la persona que la rentó le preguntó si también ofrecía servicios de payasita, y ella decidió probar suerte en este campo.
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Afortunadamente, recibió el apoyo de un amigo payaso llamado Torito, quien la invitó a sus presentaciones y cursos para que pudiera aprender más sobre el mundo de los payasos. Con mucho esfuerzo y dedicación, ha logrado convertirse en una excelente animadora para eventos infantiles, y ha podido apoyar a su familia económicamente.
Gracias a su trabajo como payasita, ha podido asegurar que su hija nunca le falte nada y ha logrado contribuir con los gastos del hogar junto a su pareja. Además, ha podido invertir en nuevos accesorios y herramientas para mejorar sus espectáculos y brindar un mejor servicio a sus clientes.
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La historia de Rosa Karina es un ejemplo de perseverancia y superación. A pesar de las dificultades que enfrentó, ella supo encontrar su pasión y ha logrado convertirse en una exitosa payasita que alegra las fiestas de muchos niños.