La crisis económica ha impactado de manera negativa en las tradiciones cristianas navideñas, ya que por la falta de recursos económicos los tapachultecos han dejado de instalar sus nacimientos en sus hogares.
La propietaria de la jarcería Sandrita, Sandra Luz Cortés Galván, afirmó que derivado de esta situación, la venta de nacimientos y de productos navideños apenas y alcanza el 20 por ciento, lo cual pega drásticamente en el bolsillo de los comerciantes que se dedican a la comercialización de los mismos.
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Dijo que antes de la pandemia de Covid-19 llegaban a vender hasta 20 nacimientos, pero este año las ventas son mínimas, ya que el panorama económico ha sido complicado para población lo que ha impactado en la fe cristiana.
Señaló que mantener la tradición de los nacimientos cuesta en promedio entre 300 a 4 mil pesos, ya que todo depende de la calidad de los materiales y del tamaño utilizados para llevar a cabo la representante del nacimiento del Niño Dios.
Detalló que ante la falta de recursos muchas personas prefieren restaurar sus imágenes en lugar de adquirir nuevas, cuya demanda de servicios a aumentado en los últimos días ya que las familias se ahorran importante cantidades de dinero.
Puntualizó que incluso la venta de pashte, pinos y otros adornos navideños tampoco han tenido una gran demanda, sin embargo, mantienen sus esperanzas de que conforme transcurran los días las ventas puedan mejorar.
Indicó que a pesar de que los proveedores han incrementado los precios de los productos, tratan de ofertar artículos al alcance de la economía, con el fin de elevar sus ventas, ya que la situación para los comerciantes en los últimos dos años ha sido complicada.
Finalmente invitó a la población a que acuda a adquirir sus artículos navideños a los comercios establecidos en los mercados y tianguis públicos, ya que de esta manera coadyuvarían en reactivar la economía local.
