Cables de alta tensión ponen en riesgo a habitantes de Tuxtla Chico, debido a que los fuertes vientos y la lluvias han originado que se revienten o desprendan y queden expuestos en las calles de esta localidad.
Algunos otros cables tienden a caer de la altura límite de los postes que sujetan el resto del sistema eléctrico, quedando a ras de suelo o al alcance de personas que temen recibir descargas eléctricas.
El problema se agudiza en la avenida Aldama y Madero, ambas de las más importantes de Tuxtla Chico.
En ambos puntos, los cables permanecen al alcance de los peatones y automovilistas, incluso en la salida hacia el entronque con la carretera internacional Tapachula - Talismán, los cables han quedado sujetos a un árbol que fue alcanzado por un rayo de fuerte potencia.
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Hasta entonces, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no ha hecho nada por solventar esta situación, tampoco han acudido cuadrillas de Telmex o sistemas de cable para cerciorarse que sus insumos colocados en postes están en buenas condiciones.
Tuxtla Chico ha resentido apagones en el último mes que han quedado sin ser atendidos por la paraestatal, que simplemente no llega al auxilio de los reportes de falta de suministro eléctrico.
Lugareños han tenido que recurrir a electricistas y pagar para que el servicio sea reactivado y puedan echar a andar sus electrodomésticos y aparatos de uso personal.
A esto se suma la falta de señal de telefonía celular, que se pierde por lapsos del día a consecuencia de la caída de árboles o tormentas eléctricas que se resienten en la zona.
Otro de los municipios también afectados es Cacahoatán, que está en colindancia con Tuxtla Chico y comparten algunas plantas de suministro de energía eléctrica, propiedad de la CFE.