La Tradicional peregrinación que periodistas realizan a la Virgen de Guadalupe en Tapachula, cumplió su aniversario número 22, a lo largo de estos años en forma ininterrumpida devotos comunicadores y sus familias realizaron el recorrido del parque central al nuevo Santuario de la venerada imagen de santa María de Guadalupe, la misa fue oficiada por el Obispo de Tapachula Jaime Calderón Calderón quien dio un mensaje alusivo a la celebración y la actividad de los comunicadores.
El grupo de peregrinos fue recibido junto con otras agrupaciones entre estas la de Seguridad Publica y Protección Ciudadana, en las nuevas instalaciones del Santuario de la Virgen de Guadalupe que hoy alberga hasta 400 personas en actos religiosos y que prácticamente está concluido, luego de que fuera sustituida la vieja villita construida entre los años 1948-1949.
Los mayordomos, que han sido en cada uno de los 22 eventos realizados, los encargados de la organización de la peregrinación y festejo posterior, piden a la madre de Dios favores por su salud y la de sus familiares, así como por la protección y desempeño de esta noble labor que en los últimos años se ha tornado peligrosa.
En mensaje breve durante la misa oficiada este 12 de Diciembre el obispo expuso a los comunicadores ser portadores de mensajes de paz, que ayude a la sociedad a crecer como hermanos, en esta ocasión al final de la misa y de la peregrinación de los periodistas, el obispo no dio la ya tradicional rueda de prensa y mensaje, adujo que el mensaje a los comunicadores lo dio el pasado domingo en la rueda de prensa que ofrece al terminar la misa en la catedral de San José.
En ese mensaje del pasado domingo Calderón hizo un llamado a los católicos a tener el cuido en las peregrinaciones, también abordó el tema de la preparación que realizan los fieles en torno a la navidad, indico que no se puede celebrar el nacimiento del Salvador en una sociedad donde se vive y se promueve una cultura de la muerte: los robos, los asesinatos, los secuestros, el aborto, la eutanasia, las drogas, el alcoholismo y otros síntomas de la degradación de la sociedad, que nos hablan de que necesitamos abrir más nuestra vida familiar la presencia de Dios”.
/GG