Pese a que la pandemia sigue activa, en Tuxtla Chico pobladores continúan realizando sepelios con presencia de asistentes en cantidades mayores a las que se permitieron durante los meses más críticos de contagios.
Y es que durante abril, mayo y junio, en el Panteón Municipal de la localidad se permitía el acceso de unas 15 personas para acompañar a su última morada al ser querido fallecido, pero desde octubre las cifras de acompañantes se han elevado en los recorridos que hacen, usualmente, desde el hogar de fallecido hasta el cementerio.
Este lunes, una mujer de 84 años que falleció por causas naturales, fue llevada a la iglesia Santa María de Candelaria, desde la Avenida Aldama Norte hasta la zona centro de esta localidad.
En el trayecto, conocidos de la familia se unieron al recorrido, después lo hizo un grupo de mariachi, para así aumentar el contingente que avanzó con dirección a la iglesia para celebrar la misa de cuerpo presente.
Pasados unos 40 minutos, el cuerpo dentro de féretro y a bordo de una carroza, partió hacia el camposanto situado aledaño a la carretera internacional Tuxtla Chico – Talismán.
En lo que va de diciembre, al menos tres sepelios se han realizado en las misma condiciones, con aglomeración de personas que marchan en compañía del fenecido.
Pese a que la Secretaría de Salud no impone sanciones por este tipo de situaciones, en repetidas ocasiones ha hecho el exhorto para que la ciudadanía evite a toda costa reunirse en espacios públicos o cerrados, ya que es el principal punto de contagio entre seres humanos.
En Tuxtla Chico, las medidas sanitarias se han relajado desde octubre último, pese a tratarse de un municipio situado en colindancia con Guatemala, donde los contagios siguen al alza, según datos del mismo gobierno de este país centroamericano.
Las autoridades federales han disuelto reuniones de fiestas en domicilios de esta cabecera municipal, pero la llamada de advertencia en los cortejos fúnebres no se ha hecho efectiva, pese al riesgo que representa que se reúnan varios en un mismo espacio, peor aún en un camposanto donde muchas veces las condiciones son insalubres.
Este municipio cuenta hasta el momento con 50 casos positivos del Covid 19, convirtiéndose en uno de los poblados más pequeños con más contagios, por encima de Cacahoatán y Suchiate.