Eduardo Torres
En 2004 el entonces gobernador Pablo Salazar Mendiguchçia inauguraba la segunda etapa del Par Vial, una de las obras más emblemáticas de las últimas dos décadas para Tapachula.
La arteria vial se extiende desde entonces a lo largo de 16 kilómetros, que van desde el entronque con el Libramiento Sur hasta la 25ª Oriente.
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En medio de la 9ª Avenida Sur y 7ª Avenida Sur, hasta donde convergen ambas avenidas en el reloj floral y metros más adelante yendo hacia el norte, las extintas vías del ferrocarril fueron enmalladas para conservar restos espacios como áreas verdes, sin embargo, actualmente se han convertido en un tiradero clandestino y en desembocadura de aguas negras de colonias aledañas.
Al menos los tres kilómetros que comprenden estas áreas verdes, están con basura por doquier y el pasto ha quedado degradado por la falta de mantenimiento, mientras que en otro sectores la maleza ha crecido tanto que da mal aspecto.
La Cámara Nacional de Comercio en Tapachula ha solicitado, otra vez, a las autoridades estatales que no se desatienda esta parte de la ciudad, debido a que podría aprovecharse para crear un sitio de esparcimiento para las familias tapachultecas.
En un oficio dirigido a la Secretaría de Turismo estatal, los empresarios adheridos a la Canaco piden que se desarrolle el proyecto del tren turístico Tapachula - Puerto Chiapas, para que exista una vía de conexión entre esta importante terminal portuaria y la ciudad.
Señalan que como segunda opción, es importante mejorar el paisaje urbano a través de la construcción de un andador y una ciclopista, para aprovechar el espacio que ocupan las inservibles vías del ferrocarril a partir del reloj floral.