Discriminación y agresiones verbales son lo que sufren todos los días, quienes realizan el trabajo más antiguo del mundo en el centro histórico de Tapachula
Mencionaron que las agresiones son de parte de algunos ciudadanos o clientes, esto, sin saber cuales son los motivos que las orillaran a realizar esta actividad.
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Explicaron que la falta del trabajo es lo principal que las motiva a enrolarse en esta actividad, ya que tienen que buscar la manera de sacar adelante a sus hijos a como de lugar, pero ello, pidieron a las personas que cese la discriminación y las agresiones en contra de las trabajadoras sexuales.
Comentaron que este trabajo es muy peligroso, pues sufren amenazas de muerte, son golpeadas por los clientes y en ocasiones no les pagan por los servicios que brindan por necesidad
Señalaron que hasta los propios policías municipales comenten agravios en contra de ellas, les cobran por estar en alguna esquina trabajando y sino pagan las levantan o las corren del lugar.
Indicaron que trabajan en las calles desde las 10 de la mañana hasta las 11 de la noche, para poder llevar el sustento a sus hogares, porque actualmente los hombres no están contratando sus servicios.
Detallaron que antes de la contingencia sanitaria por el coronavirus habían días que ganaban mil pesos, pero ahora solo llegan a obtener 200 pesos, en una larga jornada laboral.
Roxana que lleva 11 años como trabajadora sexual, indicó que lo único que están pidiendo es que las respeten, no las agredan y mucho menos las discriminen por su trabajo.
Según datos de la asociación Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer Eliza Martínez, en el primer cuadro la ciudad trabajan un promedio de 400 mujeres realizando esta emotividad, entre migrantes y mexicanas.