Pobladores de la Sierra de Chiapas, zona que se ha convertido en el epicentro de la violencia por cárteles mexicanos y Guatemala, con preocupación expresaron la ausencia de las policíacas y militares pese a los constantes enfrentamientos entre grupos delincuenciales.
Uno de los habitantes del municipio de Motozintla, quien por miedo pidió el resguardo de su identidad, lamentó la opacidad de las autoridades, quienes han abandonado a los pobladores a su suerte y a la voluntad de Dios.
Dijo que el escenario sigue siendo muy complicado, la mayoría de las personas permanecen resguardadas en sus casas ante el miedo de ser levantados por delincuentes que recorren las calles en camionetas blindadas y con elementos con armas de grueso calibre.
Señaló que a todas horas del día se escuchan detonaciones de arma de fuego en la zona de la montaña, lo que provoca pánico, sobre todo en los niños, quienes son los que más sufren por este clima de violencia.
"Lamentablemente hemos sido abandonados por las autoridades de los tres órdenes de gobierno, la única protección que tenemos hasta ahora es la de Dios, por eso todos los días nos encomendamos a él porque la situación está muy difícil", abundó.
Contó que en Motozintla, a diferencia de otros municipios serranos cuentan todavía con energía eléctrica y señal de telefonía celular y de internet, sin embargo, a través de mensajes de WhatsApp han sido advertidos por los delincuentes a evitar el contacto con el exterior, por ello, la gran mayoría se abstiene a hacerlo.
"En el día se puede ver a algunas personas caminando por las calles, quienes van en busca de productos básicos, pero a partir de las 6 de la tarde todos estamos encerrados, y quien sale es bajo su propio riesgo, porque en cuando más se ven los recorridos de camionetas con personas fuertemente armadas", narró.
Indicó que por las tardes, el municipio es un pueblo fantasma, las calles lucen vacías, y a lo lejos solo se escuchan ráfagas de balas, mientras perros ladran también de miedo.
Mencionó que los pobladores a como pueden claman apoyo de las autoridades, sin embargo, pareciera que solo se trata de un grito silencioso, porque pasan los días y la ayuda de las corporaciones policíacas y militares no llegan a la zona de conflicto.