Habitantes de “El Alazán” piden al ayuntaninto de Tapachula la construcción de un puente vehicular y peatonal, ya que cada que llueve la corriente de un arroyo no los deja transitar y pone en riesgo la vida de los ciudadanos que viven en esa zona de la ciudad.

Mencionaron, que la construcción de dicho puente ya se ha gestionado en repetidas ocasiones en administraciones pasadas, pero no les hicieron caso y esperan que esta administración morenistas los voltee a ver y los tomen en cuenta.

Estamos pidiéndole a la autoridad actual que nos voltee a ver, porque son muchas las necesidades que tenemos en la comunidad, pero ahorita y con la temporada de lluvia lo que nos urge es el puente

Manuel Antonio Pérez López, coordinador del COPLADEM

Explicó, que la corriente ha tirados a las mamás con sus hijos cuando los van a dejar a la escuela y ya no quieren que sigan pasado ese tipo de percances, ya que puede ocurrir uno con un final trágico, por lo cual, piden la intervención de las autoridades.

“Más vale prevenir que lamentar o como dicen por ahí, después de ahogado el niño, a tapar el pozo. Nosotros no queremos que pase eso, por ello, estamos haciendo este llamados a la autoridad municipal antes de tiempo”, externó.

Mencionó, que hasta unidades de transporte público y vehículos particulares han sido arrastradas por las fuertes corrientes del agua y ha lesionado a algunas personas y quieren evitar un accidente que le cueste la vida a algún habitante de dicho lugar.

Detalló, que tiene un puente para poder transitar, pero que ya no utilizan porque están en mal estado y apuntó de colapsar, por ende, tienen que pasar entre la corriente de agua limpia del arrollo que crece mucho en la temporada de lluvias.

Aseguró, que de no obtener una respuesta de las autoridades buscarán otros mecanismos de protesta para que por fin los escuchen y solucionen esta demanda que tiene muchos años sin obtener una respuesta positiva.

Finalmente, dijo que confían en esta administración y espera que por fin le pongan punto final a esta problemática de años, antes de que suceda una desgracia que se tenga que lamentar, ya que los únicos responsables serán las autoridades por hacer caso omiso.