Por años, la política migratoria emprendida por el Gobierno Federal ha sido represiva y xenofóbica con los flujos de población flotante, principalmente los provenientes de países de Centroamérica, la cual es similar a las medidas que implementa los Estados Unidos.
La responsable de incidencia del Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdoba (CDH-FMC), Rita Marcela Robles, dio a conocer que la política migratoria del actual gobierno en México es la misma que en administraciones pasadas, ya que se continúa con la detención y deportación de las personas, sin proteger ni garantizar sus derechos humanos.
Sin embargo, dijo que esta situación se agrava en el contexto de la pandemia del Covid-19, ya por años las organizaciones que realizan monitoreo en las estaciones migratorias han denunciado hacinamiento, las personas se encuentran en condiciones insalubres, no tienen acceso a atención médica, no al agua ni jabón, por lo que el riesgo de contagios del virus es latente, ya que debido a las condiciones en que se encuentran difícilmente se cumplen con los protocolos sanitarios.
Señaló que el Gobierno Federal en lugar de implementar otra medida que garantice la vida y la salud de las personas en tiempos de pandemia del Covid-19, se continúa con la amenaza de asegurar a migrantes y deportarlos a sus países de origen.
Indicó que según las cifras del año pasado, el Instituto Nacional de Migración aseguró a más de 80 mil migrantes, principalmente de los países de Honduras, El Salvador, y Guatemala, y deportó a sus países de origen a más 50 mil personas que habían ingresado de manera ilegal.
La migración la tratan como si fuera un delito, cuando en realidad las personas solo buscan refugio y protección
"La migración la tratan como si fuera un delito, cuando en realidad las personas solo buscan refugio y protección, pero las autoridades las tratan como si estuvieran invadiendo el país, cuando muchas de estas personas solo transitan para llegar a los Estados Unidos", abundó.
Reconoció que la política migratoria implementada en México solo da cabida a la violación de los derechos humanos de estás personas por parte del Estado y de las corporaciones policiacas, aunado a que los expone a caer en manos de las redes de tráfico de personas.
Para finalizar mencionó que las autoridades mexicanas deberían ser más sensibles a las necesidades de migrantes, quienes por motivos de supervivencia abandonan sus países de origen, por lo que deben brindar todas las condiciones para que las personas puedan ser productivas, situación que actualmente no sucede porque existe un rechazo y una xenofóbica hacia a los grupos flotantes.