La Iglesia Católica se ha mostrado preocupada por la migración de tránsito, origen, desplazados y víctimas de trata a causa de la violencia y la pobreza que se tiene en diferentes comunidades de la entidad y países expulsores.
Cesar Cañaveral Pérez, responsable de la Dimensión Pastoral de Movilidad Humana, comentó que los obispos de la Provincia Eclesiástica de Chiapas y coordinadores de la Pastoral de la Movilidad Humana se reunieron por la preocupación del tema migratorio que se vive en Chiapas.
Mencionó que buscarán implementar acciones concretas sobre la situación que están viviendo sus hermanos migrantes, tanto los de origen como los que están en tránsito, desplazados y víctimas de trata, así como solicitantes de refugio en nuestra región.
“Sobre la migración de origen (chiapanecos que emigran), la iglesia considera que los chiapanecos no deberían migrar obligados por la pobreza o violencia, porque tienen derecho de encontrar oportunidades en su tierra natal y a una convivencia social pacífica y libre de violencia”, expresó.
Comentó que la Iglesia Católica debería tener un acompañamiento pastoral desde sus parroquias, como en algunas comunidades lo hacen, antes de partir, durante su tránsito y su llegada.
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Respecto a los migrantes en tránsito y solicitantes de asilo: queremos y pedimos el respeto a los derechos humanos de las personas que ingresan por nuestra frontera sur; no podemos permitir más abusos hacia los migrantes, incluso dejándolos a la intemperie sin documentos y con engaños para acreditar su estancia en México, como ocurrió el año pasado.
“El fenómeno migratorio requiere que en la frontera sur se respete los derechos fundamentales de todas las personas, que sea igualitaria, sin discriminación y distinción tanto para mujeres como hombres”, abundó.
Añadió, “hacemos un llamado a las autoridades para que garanticen y protejan la integridad de las personas migrantes, expuestas a ser víctimas de actos de corrupción, extorsión, violencia, secuestro y desaparición”.
Señaló que en muchos de esos casos, estén involucrados miembros de corporaciones policiacas o de otras instituciones gubernamentales, en colusión con el crimen organizado.
“Instamos a los tres niveles de gobierno a tener claridad en las políticas migratorias y no hacer más compleja la situación que ahora están enfrentando los migrantes, así como los chiapanecos que sale por un mejor futuro”, externó.
Finalmente llamó a la sociedad civil y de manera particular a los agentes de pastoral, así como a hermanos de la iglesia católica por una parte que fomentemos la acogida, solidaridad y por otra que eviten en sus comunidades toda clase de racismo, discriminación, rechazo y xenofobia hacia nuestros hermanos migrantes de origen y tránsito.