Luego de ofrecer su homilía dominical, el obispo de Tapachula, Jaime Calderón Calderón, expuso que existe preocupación de la Diócesis a su cargo, debido a los incidentes de violencia que se han registrado en Pavencul, esto derivado de diferencias entre los lugareños por la concesiones de transporte, quema de viviendas, problemas ejidales, seguridad y asesinatos que se han ocurrido en esa comunidad.
Sostuvo que desde su llegada a Tapachula y la región, percibió los problemas de esa comunidad, incluso, ha tenido reuniones con los pobladores que le han informado todo lo relacionado a sus malestares.
Te puede interesar: Colonos de Pavencul demandan justicia
“Desde que su servidor llegó a esta tierra a servir, he percibido esta situación, porque han venido conmigo a platicar, para que pudiera ser mediador en la solución de sus conflictos, me he atrevido afirmar que ha ido escalando el grado de violencia, porque son problemas que padeciera no han tenido ninguna solución, me refiero a problemas ejidales, me refiere a problemas de concesiones, quemas de casas y últimamente un asesinato, así que es un asunto que nos preocupa, y esta situación debería ocupar a nuestras instancias de gobierno para darles solución”, dijo.
Sostuvo que el caso de Pavencul, los pobladores han buscado a las autoridades, por lo que consideró que los asuntos de esa comunidad debe ser atendidos con delicadeza, y si bien son “comunidades que se rigen por usos y costumbres, pero eso no significa que están al margen de la ley, por lo que se necesita una atención especial respetando su idiosincrasia, pero atendiendo también la paz y la justicia de todos”.
Respecto a la inseguridad, manifestó que “en nuestra percepción si ha habido una aumento en la inseguridad, muchas veces nuestras autoridades nos dicen que es una percepción, que es algo subjetivo, pero hay una realidad, es que las estadística se dan de aquello que se denuncia, pero cuando no se denuncia, y que es un gran número de delitos que caben en esta situación, no son contabilizados, así que no solo nos preocupa el número, sino también el sufrimiento mismo”.
Sobre la situación de migrantes que llegan a Tapachula y la frontera sur de México, manifestó que la acción de la iglesia ha sido humanitaria, al brindar atención a las necesidades, además, “se ha manejado la idea que hay menos migrantes, pero si caminan por la ciudad, se darán cuenta que es un número significativo de hermanos que transitan por la ciudad, y pensamos que por la situación de bloqueo, de rechazo, los hemos hechos invisibles, y si el camino visible está bloqueado, es posible que busquen otros caminos y llegar a donde su objetivo los impulsa, por eso nosotros exhortamos a mostrar caridad, porque esos nos toca”.
Por último, dejo en claro que la iglesia alienta la migración, pero si buscan atender y brindar ayuda a quien o quienes lo necesiten, finalizó.
/GG