Magaly Matus Ruiz, presidenta de la junta de conciliación y arbitraje de Tapachula, reconoció que existe un rezago en las demandas laborales, pero sin precisar el dato de los casos que están en proceso.
Indicó que son diversos factores los que han provocado que los asuntos estén resguardados o tramitándose en la junta de conciliación y arbitraje, local número dos que está en la Unidad Administrativa de la ciudad.
“Yo entré el primero de febrero, pero por la toma de la unidad administrativa recibí hasta el 12 y estamos en proceso de entrega recepción y apenas me voy a enterar de los casos pendientes, así como el estatus que tienen los expedientes”, expresó la funcionaria estatal.
Añadió que son varios los factores que han provocado que se retrase la atención de la dependencia de carácter humano y los factores externos como las protestas o tomas de los edificios públicos.
Precisó que se está tratando de atender todos los retrasos que hay, pues actualmente ya no están recibiendo denuncias por la nueva reforma laboral y están solventando las que aún tienen en rezago desde hace ya varios años.
Destacó que existen bastantes carencias en la junta de conciliación y arbitraje, tanto en infraestructura, mano de obra, así como las herramientas adecuadas para realizar el trabajo.
Sobre la preocupación que tienen los empresarios de que la junta de conciliación y arbitraje pudiera desaparecer de la ciudad, la funcionaria aseguró que hasta el momento no tiene indicaciones de que pueda suceder en un corto y mediano tiempo.
Destacó que la única intención que tiene la dependencia es trabajar bajo el eje rector de la transparencia que caracteriza al órgano, que es neutral e imparcial a la hora de resolver un conflicto laboral entre los trabajadores y el patrón.
Puntualizó que las carencias no permiten dar una mejor respuesta rápida a los ciudadanos o empresas, pero con lo poco que tienen tratan de solventar las demandas que están pendientes en la junta de consolidación y arbitraje de la ciudad.