Las Áreas Naturales Protegidas (ANP) son ricas en biodiversidad y ofrecen un contexto ideal para el desarrollo de prácticas agrícolas sostenibles y negocios que no solo protegen el medio ambiente, sino que también aseguran el bienestar de las comunidades. Por ello, se busca que se fortalezcan en Chiapas.
Durante un encuentro entre productores de las ANP, se abordaron temas clave como la gestión organizativa y administrativa de la cadena de valor del café y la miel. Se discutieron estrategias para mejorar la eficiencia en la producción, la implementación de tecnologías sostenibles y la importancia de la certificación orgánica para acceder a mercados más amplios y lucrativos.
Los representantes de diversos emprendimientos de las ANP, como “El Triunfo”, “La Frailescana”, “La Sepultura”, “El Ocote” y “La Encrucijada”, se reunieron y cada uno compartió su experiencia y las buenas prácticas que han implementado en sus respectivos municipios.
Al respecto, Francisco Javier Giménez González, director de la reserva de la biósfera del volcán Tacaná, mencionó que las zonas no solo son vitales para la conservación de especies y ecosistemas, sino que también presentan una oportunidad única para el desarrollo de emprendimientos sostenibles y negocios inclusivos que beneficien a las comunidades locales.
“Todos los proyectos son iniciativas que buscan mejorar la economía de las familias de las reservas naturales y, a su vez, cuidar estas áreas de vital importancia para el medio ambiente y evitar su degradación con prácticas productivas dañinas para el entorno natural”, expresó.
Añadió que este encuentro reunió a mujeres, hombres y juventudes rurales de las Áreas Naturales Protegidas de Chiapas, junto con personal de las oficinas centrales del proyecto VIDA (CONANP-FAO), con la intención de fortalecer las redes de emprendimientos sostenibles y negocios inclusivos.
En este mismo sentido, Rosalba Obregón, coordinadora para el fortalecimiento e implementación de gestión sostenible de ANP, aseguró que este proyecto tiene cuatro grandes resultados: el fortalecimiento de la eficiencia de las áreas protegidas, la participación ciudadana, la representatividad ecológica y las redes de emprendimientos que fortalecen las cadenas de valor de los productos.
Destacó que el convenio de colaboración de la Conanp con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) es de más de 20 millones de dólares, lo que sirve para realizar este tipo de encuentros de intercambio de saberes.
Indicó que actualmente hay 43 nuevas áreas naturales protegidas en México y se trabaja para que todas tengan este tipo de proyectos inclusivos que ayuden al medio ambiente.
“Este proyecto de la FAO es articulador, identifica actores, los sienta en la mesa y dialoga con los productores de las áreas protegidas con la orientación y la guía de la Conanp para tener las estrategias de conservación”, abundó.
Puntualizó que en la zona hay un promedio de 22 productores que benefician a más de 1,600 personas, pues se tiene un año trabajando con este proyecto y se espera que sean muchas más áreas naturales protegidas las que se integren a este proyecto.