El proyecto turístico del Tren Maya que enlazará a los estados del sureste debería acompañarse con el programa de manejo de vida silvestre a través de las Unidades de Manejo de Vida Silvestre (UMAS) para la producción de alimentos que atienda la demanda de 3 millones de visitantes que podrían visitar la región, afirmó el presidente del Consejo Nacional de las Unidades de Manejo de Vida Silvestre, Manuel Anzaldo Meneses.
Nos estamos ocupando de la infraestructura turística desde Palenque hasta Quintana Roo, pero no hemos pensando qué les daríamos de comer a los visitantes, hasta ahora lo único que tenemos son “tacos al pastor”, cuando en la región se tiene potencial para la producción de fauna que nos garantice capacidad alimentaria, ingresos para las comunidades, aprovechamiento del potencial de las selvas, en manejo y reproducción de especies.
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Hasta ahora no le ven importancia al sector silvestre y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) lo está dejando solo, no obstante que una de las formas de reducir la presión sobre los recursos naturales mediante los programas de manejo de vida silvestre; las UMAS están abandonadas y sujetas a la propia fuerza del sector, sus sistemas de producción están golpeados.
Sin un esquema de producción y generación de alimentos en la región corremos el riesgo de agotar nuestras selvas porque estaríamos causando extracciones sin orden, sin reproducción, por eso es de suma importancia que valoren las UMAS para que al turismo le podamos vender productos de la selva no de algo de lo destruya, y sí que genere ingresos para los campesinos y conservación de la vida silvestre.
Anzaldo Meneses plantea que existen nichos de oportunidades para reproducir todas las especies, principalmente carne de venado, pecarí, cocodrilos, iguanas, conejo, entre otras así como plantas, entre ellas palmas, lamentablemente en algunos puntos de nuestras selvas las estamos destruyendo para criar vacas, aunque el desafío es conservarlas para cultivar las especies.
Sostiene que al no encontrar los mecanismos para ampliar la capacidad de reproducción se aumenta la extracción de especies de fauna de nuestras selvas, incluyendo la Selva Lacandona, con un sistema “hormiga”, en pequeñas cantidades pero de manera permanente, mientras que el kilo de carne de venado de mala calidad en el mercado ilegal está desde 80 pesos producto de la cacería, mientras que de manera legal es superior a los 500 pesos.
En el país existen 13 mil Unidades de Manejo de Vida Silvestre en 38 millones de hectáreas, en el Sureste en la región del Tren Maya, Campeche es el que mas UMAS tiene aunque solo a nivel de cacería y de conservación, le falta el componente de producción, a nivel regional existen muchas, pero hace falta y fortalecimiento desde la SEMARNAT y desde el Congreso de la Unión con la reforma a Ley de Vida Silvestre y Ley de Desarrollo Rural Sustentable.
México es el único país que cuenta con Unidades de Manejo de Vida Silvestre, pero en la región hace falta considerar la suma de las secretarías del Medio Ambiente y Recursos Naturales, Turismo, Economía, Fondo Nacional del Turismo, Instituto Nacional de Pueblos Indígenas y del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, para el fortalecimiento de los procesos de producción con los campesinos de las comunidades que generarían los alimentos de calidad para el turismo, a la vez, convertir los espacios de aventura en sitios de conservación y recuperar las especies de fauna en peligro de extinción, recalcó.