Las tormentas solares son fenómenos naturales que ocurren cuando el Sol experimenta una intensa actividad magnética. Estas tormentas pueden tener efectos en la Tierra y en la tecnología que depende del sistema eléctrico, así como en la electrónica, indicó Edycil Jordán Alvarado Robledo, Maestro en Tecnología.
Explicó que las tormentas solares son causadas por explosiones en la superficie del Sol, conocidas como erupciones solares, que liberan grandes cantidades de energía y partículas cargadas hacia el espacio, lo que puede causar afectaciones.
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Detalló que las afectaciones son más visibles en los equipos de telecomunicaciones, navegación, y podría modificar en mínimas porciones los ciclos circadianos de algunas plantas, así como de animales.
Destacó que, en el caso de los humanos, podría ser en términos de exposición a los rayos del Sol, lo cual podría provocar alguna quemadura en la piel que se puede contrarrestar con algún bloqueador o no exponiéndose mucho al astro, como lo recomienda Protección Civil.
“La semana pasada se presentó un evento de este tipo y hubo muchas variaciones geomagnéticas que llegaron con mucha fuerza y se dieron cambios de fotones del Sol a la Tierra, por ello, entra en juego el campo magnético terrestre que afecta a los aparatos electrónicos y las redes de telecomunicaciones”, expresó.
Añadió que este fenómeno natural también está relacionado con la presencia de auroras boreales que se vieron en estados como: Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Jalisco, Nayarit, entre otros estados.
El investigador precisó que esto es inusual en el país, ya que se presentan con mayor frecuencia en zonas muy meridionales del globo terráqueo, que vendría a ser las auroras australes.
Destacó que las tormentas solares o magnéticas son eventos aislados, como también se les conoce, denotan el dinamismo que está viviendo el sistema solar.
Puntualizó que en 1859 se tiene el primer relato de auroras boreales en diferentes latitudes del mundo, donde se liberó una energía equivalente a la explosión de 10 mil millones de bombas atómicas, y es equiparable a la energía que se liberó la semana pasada; por ende, se pudieron observar auroras boreales en latitudes que no deberían existir.