El chicozapote, conocido científicamente como Manilkara zapota, es un árbol con numerosos nombres comunes como Chapote, Chicle, Chico, Zapote blanco, Zapote colorado, entre otros. Este árbol tiene raíces profundas en la cultura y lengua de México, recibiendo nombres diferentes según la región y el idioma, incluyendo náhuatl, maya, huasteco, zapoteco, tzeltal, tojolobal, y otros.
La palabra "zapote" proviene del náhuatl "tzapotl", que se refería a frutos esféricos con semillas grandes. El término "chicle" también tiene su origen en el náhuatl "chictli" y en maya "sicte", refiriéndose al látex extraído del chicozapote, base de la industria chiclera por muchos años. Aunque hoy en día el chicle ha sido reemplazado por polímeros artificiales en la industria internacional, la producción artesanal local aún utiliza este látex, valorado por su contribución a la conservación de las selvas húmedas mexicanas.
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Características del Chicozapote
El chicozapote es un árbol perennifolio, de gran porte, alcanzando entre 25 y 35 metros de altura con un diámetro de hasta 1.25 metros. Sus hojas, dispuestas en espiral en las puntas de las ramas, son simples y de forma elíptica a oblonga. El tronco es recto, con una corteza profundamente fisurada y un exudado lechoso amargo y astringente. Las flores del chicozapote son solitarias, perfumadas y de color blanco, mientras que su fruto, una baya de 5 a 10 centímetros de diámetro, es carnoso, jugoso y muy dulce cuando está maduro.
Usos, propiedades benéficas y curativas
El principal producto del chicozapote es su fruto y el látex utilizado en la producción de chicle. Su madera es dura y resistente, empleada en construcción, muebles de lujo, instrumentos musicales, y más. Además, se le atribuyen propiedades curativas al fruto inmaduro, las semillas, las hojas, el tallo y la corteza, utilizándose en el tratamiento de disentería, diarrea, fiebre, y presión alta. Las semillas, cuando se muelen y mezclan con agua y azúcar, actúan como diurético.
Con bayas de entre 5 y 10 cm de diámetro, cáscara morena y áspera, y una textura carnosa, jugosa y muy dulce, es una fuente rica en nutrientes. Estos incluyen vitaminas A y C, carbohidratos, fibra cruda, calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio, proteínas y sodio.
Desde tiempos prehispánicos, el fruto del chicozapote, así como sus semillas, corteza y tallo, han sido utilizados por sus beneficios medicinales. Sin embargo, es importante ser cuidadoso con su uso, ya que las semillas y las hojas contienen suficiente ácido cianhídrico para ser tóxico. Entre las propiedades atribuidas al chicozapote se encuentran:
- Astringente
- Diurético
- Antiponsoña
- Ayuda en casos de disentería y diarrea
- Auxiliar en el tratamiento de la presión alta
- Auxiliar para mitigar el dolor y bajar la fiebre