El 22 de febrero conmemoramos el Día del Agrónomo, recordando la fundación de la primera universidad dedicada a la agricultura en México, la Escuela Nacional de Agricultura, hoy reconocida como la Universidad Autónoma Chapingo.
Se trata de un profesional especializado en el ámbito rural, centrado en mejorar la producción agrícola, preservando los recursos naturales, promoviendo la calidad de vida y la seguridad alimentaria.
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En el marco del Día del Agrónomo, conversamos con Edgar Solís Enríquez, egresado de la Unach en 1999 y productor independiente de plátano macho desde hace una década.
Su experiencia nos permite conocer sobre la viabilidad y desafíos de ser agrónomo en Chiapas, desctacando el rol esencial de su especialidad en el desarrollo agropecuario chiapaneco, subrayando la contribución hacia el extensionismo para mejorar la economía local, cosechas e ingresos de los agricultores.
Desafíos para los agrónomos en Chiapas:
El entrevistado resalta la escasez de oportunidades laborales para las nuevas generaciones de agrónomos, atribuyendo este fenómeno a cambios en las matrículas escolares que priorizan la administración sobre las especialidades.
Observa una tendencia hacia roles administrativos en lugar de una evolución centrada en el campo agrícola. Expresa su desacuerdo con los cambios curriculares que han descuidado esta perspectiva en la universidad.
En el ámbito de la investigación, destaca las dificultades de acceso debido a costos elevados y la falta de apoyo institucional. Muchos agrónomos optan por el sector privado, buscando apoyar el desarrollo agrícola desde una perspectiva altruista.
Impacto de factores climáticos y ambientales:
"Considero que aproximadamente el 95% de los productores agrícolas no muestran interés en el panorama actual, persistiendo en prácticas tradicionales como la tumba, roza y quema. Esto no se limita al cultivo de maíz; se observa la deforestación generalizada para cultivos perennes como banano, café y mango, lo cual perturba el equilibrio climático y contribuye a sequías prolongadas, intensificando la demanda de agua. Algunas zonas ya no admiten siembras de riego, a diferencia de años anteriores, enfatizando la escasez hídrica", dice Edgar Solís.
En cuanto a las plagas y su relación con el cambio climático, comenta que "enfrentamos un desafío considerable debido al control dificultado por pequeños aumentos de temperatura, un tema de gran interés y complejidad"
Comparte que "a pesar del aumento en el uso de tecnología entre los agricultores, la subutilización de esta herramienta es evidente. Aunque internet brinda acceso a información climática actualizada, como proyecciones semanales y mensuales en sitios como la CNA, su aprovechamiento es mínimo. Si esta información se empleara adecuadamente, podríamos reducir el uso de pesticidas, anticiparnos a plagas y minimizar los daños económicos. Por ende, mi recomendación es realizar consultas continuas, preferiblemente diarias, sobre el clima en nuestras regiones para tomar decisiones más informadas en nuestros cultivos."
Aboga por mantener la enseñanza en especialidades como Fitotecnia y Parasitología, esenciales para resolver problemas específicos del campo agrícola.
Importancia del Día del Agrónomo:
A pesar de su papel crucial, Solís lamenta que el Día del Agrónomo sea poco reconocido y promocionado, siendo principalmente celebrado entre colegas.
Advierte sobre perspectivas laborales complicadas y destaca la colaboración limitada con otras disciplinas. En el ámbito empresarial, la colaboración con contadores y administradores es esencial.
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Como agrónomo, Solís desaconseja la carrera para quienes buscan enriquecimiento económico, destacando que, aunque mal pagada en general, es una profesión amada por quienes la eligen.