Emiliano Zapata Salazar, conocido como "El Caudillo del Sur", se erige como uno de los símbolos más destacados de la resistencia campesina en México. Líder del Ejército Libertador del Sur, sus ideales se centraban en la justicia social, la libertad, la igualdad, la democracia social y el respeto a las comunidades indígenas, campesinas y obreras.
Zapata nació el 8 de agosto de 1879 en San Miguel Anenecuilco, Morelos. A una temprana edad, enfrentó la pérdida de su madre, Cleofas Salazar, cuando tenía 16 años, y once meses después, la muerte de su padre, Gabriel Zapata.
Te puede interesar: Rosario Castellanos: quién fue la mujer chiapaneca que cambió la literatura en México
A los nueve años, Emiliano fue testigo del despojo de tierras de campesinos a manos de grandes hacendados. Este evento lo marcó profundamente, inspirándole a luchar por la restitución de tierras, a pesar del pesimismo de su padre, Gabriel, quien le decía que nada se podía hacer.
Líder agrario
A los 30 años, Zapata se convirtió en dirigente agrario de Morelos. Comenzó a estudiar documentos que validaban los derechos de propiedad de las tierras para los pueblos, derechos negados por las Leyes de Reforma. Participó en reuniones en Villa de Ayala, que culminaron en el Plan de Ayala, un manifiesto que proponía una reforma agraria radical con el lema "La tierra es de quien la trabaja."
Revolución Mexicana
El Plan de San Luis, que dio inicio a la Revolución Mexicana, capturó la atención de Zapata, especialmente el Artículo Tercero, que prometía la restitución de tierras a sus legítimos propietarios. Junto con Pablo Torres Burgos, Rafael Merino y alrededor de 60 campesinos, Zapata tomó las armas para luchar por esta causa.
Traición y muerte
El 10 de abril de 1919, Zapata fue traicionado por Jesús Guajardo, quien le hizo creer que estaba descontento con Carranza y deseaba unirse a su causa, ofreciéndole armamento y municiones. En la Hacienda de Chinameca, Morelos, al cruzar el dintel, Zapata y su escolta fueron emboscados por tiradores escondidos en las azoteas, resultando en su muerte.
Legado
La muerte de Emiliano Zapata lo transformó en un apóstol de la revolución y en un símbolo de los campesinos desposeídos. Su famosa frase "Es mejor morir de pie que vivir toda una vida arrodillado" sigue resonando como un poderoso mensaje de resistencia y dignidad.