Quitan ventiladores a la clínica del IMSS en Tapachula

Hasta la noche del sábado 16 de mayo, el Seguro Social tiene en su bitácora un total de 18 pacientes, de los cuales 13 requieren apoyo de ventilación artificial y cinco sin el equipo de soporte médico

Eduardo Torres | Diario del Sur 

  · domingo 17 de mayo de 2020

Una fuente desvela que el hospital del IMSS está rebasado para atender a contagiados por Covid / Foto: Eduardo Torres | Diario del Sur


Tapachula ha elevado a 72 su número de contagios por Covid 19 y la media vislumbra un panorama complicado para los próximos días.

Apenas el pasado 5 de abril, fue inaugurada la clínica de atención respiratoria, para atender casos de Covid suscitados en esta localidad y municipios aledaños.

Con algarabía, se daba el anuncio del inicio de operaciones de este hospital, antes conocido como la clínica local del ISSTECH, donde se iniciaría a operar con 37 camas y la posibilidad de ampliar 30 espacios en caso de ser necesarios.

A mes y medio de iniciada la pandemia en el sur de la entidad, la emergencia parece haber superado las buenas expectativas que se tenían para una región alejada del escenario apocalíptico.

En plena fase 3, han salido a la luz las carencias y la saturación de infectados y sospechosos en hospitales de la localidad.

En una investigación especial de Diario del Sur, se ha logrado documentar las carencias con que el sistema de salud funciona, donde según trabajadores que allí adentro tienen que lidiar con casos positivos del virus de Wuham, sólo hay cinco respiradores para poder atender a los pacientes que arriban.

Esto es apenas la punta del iceberg. Al nadar en aguas más profundas, el grosor de este problema deja ver un panorama aún más complejo de lo que se puede imaginar.

El número de casos sospechosos se ha triplicado en los últimos cuatro días, según relata una fuente médica que teme esto empeore antes de que mayo acabe.

“Ya no están recibiendo a pacientes en la clínica Covid, los que son sospechosos o tienen perfil de ser positivos al virus están siendo enviados al nuevo hospital del IMSS, pero ya no hay capacidad para atenderlos, estamos hasta el tope”, señala.

A través de un audio que obra en poder de Diario del Sur, el testigo protegido relata de manera escalofriante: “acabo de extubar a uno, pero se tuvo que intubar a otro (paciente) y se tiene que intubar a otro aparte en los intermedios, pero se les ocurrió la graciosa idea de dar 24 ventiladores de aquí para México, se fueron hoy temprano, ya no hay ventiladores, repito: ya no hay ventiladores, así es que no vamos a poder recibir a más pacientes”.


“El área de Intermedios es un caos , así que no manden más pacientes no se va a recibir”.

Dos docenas de aparatos necesarios para los enfermos que llegan con baja saturación y un hálito de vida a este nosocomio.

Para el hombre que emite este mensaje, la situación está fuera de control, sin que la gente sepa a conciencia la forma en que el virus está colapsando a este nuevo hospital localizado en la salida de la carretera Costera.

Hasta la noche del sábado 16 de mayo, el Seguro Social tiene en su bitácora un total de 18 pacientes, de los cuales 13 requieren apoyo de ventilación artificial y cinco sin el equipo de soporte médico.

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Pero hay algo aún peor que llegar a estos hospitales y toparse con que no hay cabida para aquellos con sospecha de contagio. Otros viven en casa la larga espera de encontrar un servicio de ambulancia para que los traslade hasta los puntos de atención médica.

Así ocurrió con un hombre de 83 años que tras dos intentos de contratación de ambulancias particulares tuvo que aguardar más de 24 horas en su casa para, por fin, llegar hasta este hospital del IMSS. A las pocas horas de su internamiento, falleció.

La estela de inconsistencias en el sistema de salud ha desenterrado la poca capacidad que hay para atender la contingencia por la pandemia.

Mientras que afuera de la clínica Covid en Tapachula, una mujer y su hijo e plantan frente a la entrada principal y se entrevistan con un militar para intentar obtener información de su familiar que lucha adentro contra el virus. Minutos después una mujer ataviada en filipina, cubreboca y gorro quirúrgico sale a la calle y con actitud discreta charla con los dos.

La familia se niega a hablar, pero en sus rostros hay total incertidumbre, como la que ahora se ve en las caras de muchos.

/BJ