Con musica en banda de guerra y cohetes, iniciaron las actividades relacionadas al festejo de la santísima Virgen María de Guadalupe, en el cual feligreses de la comunidad católica de Tapachula, municipios cercanos e incluso de Guatemala, se dieron cita en el parque Bicentenario para partir de la catedral de San José en procesión hacia el santuario diocesano donde se realizó la solemne de coronación de la Virgen.
Minutos después de las 5 de la tarde, los creyentes comenzaron el recorrido desde el parque Bicentenario con la imagen de la venerada virgen como estandarte, en un ambiente de alegría, participaron de la procesión con gran devoción y fe como parte del cumplimiento de una manda o promesa hecha a la virgen Morena.
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Estos festejos aunque no fueron suspendidos durante los dos años anteriores, la situación de la pandemia provocó una vigilancia extrema y medidas de sanidad, como la suspensión de la feria popular así como las peregrinaciones para solo recibir grupos pequeños y reducir el aforo a la iglesia previo autorización registrada.
Berenice López fue uno de los cientos de asistentes a la procesión quién afirmó que es una alegría participar nuevamente de los festejos a la santísima virgen, ya que hay muchas razones por las cuales agradecerle este año principalmente por su cuidado durante los dos años de pandemia.
"Venimos con la familia a participar de esta fiesta solemne porque estamos muy agradecidos, ya que la virgen nos ha cuidado, nos ha protegido de todo peligro, hoy con esa devoción y fervor venimos a venerarla", abundó.
Los asistentes recorrieron la central oriente hacia el templo mariano con cantos, rezos, sonrisas en el rostro y portando ramos de flores, y sobre todo, con una gran fe en la Guadalupana.
Este año todo volvió a la normalidad en este santuario católico dedicado a la Virgen de Guadalupe, por lo que el carácter festivo, y devoción se percibió nuevamente entre la comunidad católica de la frontera sur.
Arribaron el santuario diocesano cientos de feligreses que esperaban la llegada de la Virgen Morena y participar de la coronación solemne de la también llamada Madre de México y de América.
Martín Albores y su familia los encargados de coronar a la Virgen del Tepeyac entusiasmados y llenos de fervor recorrieron las calles y al arribar al santuario en un acto solemne entregaron la corona.
"Para nosotros como familia es un verdadero privilegio haber sido elegidos para coronar a la santísima virgen, estamos contentos porque nos mueve la fe, el amor a Dios y a la virgencita quien ha sido buena con nosotros", sostuvo.
El acto solemne de coronación fue encabezado por el padre, Carlos Lomelí y los párrocos del santuario, y se trató de un acto que se ha propagado en el mundo católico a raíz de la institución de la fiesta del Reinado de María en 1954 con el Papa Pío XII, como una expresión de esta verdad de fe, en la que se reconoce el reinado de María y se busca su fuerza y protección materna.
"Al participar en esta celebración pedimos a la Santa Madre Maria de Guadalupe su gracia para imitar su amor, su deseo de paz y armonía en la tierra, rogamos para que todos participemos con devoción y mucho entusiasmo de estas fiestas", acotó.
Cabe hacer mención que el programa de los festejos ncluyen eventos culturales en el marco de la feria popular, rosarios, misas, recepción de peregrinos, recepción de antorchistas, muchos con decenas de años consecutivos de realizar esta actividad y algunos grupos provenientes del centro y norte de Chiapas así como de Guatemala.